Dos años después del anuncio de que Galicia sería la nueva sede del circuito y tras haber superado los peores momentos de la pandemia, que obligaron a posponer un año su celebración, el circuito de monocascos más importante del mundo, las prestigiosas 52 Super Series, iza sus velas en Baiona.
A partir de este sábado y durante toda una semana, la 52 Super Series – Baiona Sailing Week, organizada y presentada oficialmente este viernes por el Monte Real Club de Yates, pondrá en liza a nueve equipos internacionales: tres norteamericanos (Sled, Quantum Racing e Interlodge), dos ingleses (Alegre y Gladiator), uno alemán (Platoon), uno turco (Provezza) y uno tailandés (Team Vayu).
Los nueve veleros que entrarán competición, valorados cada uno en más de dos millones y medios de euros, estarán liderados por sus millonarios armadores, empresarios de diferentes sectores unidos por su amor por la vela y la alta competición. Son Doug DeVos, Austin y Gwen Fragomen, Takashi Okura, Andy Soriano, Tom Langley, Ergin Imre, Hasso Platner y Tom y Kevin Whitcraft.
En cada una de las campañas de las Super Series en las que participan, estos armadores invierten cerca de dos millones de euros, que destinan a investigación y desarrollo de tecnologías para sus barcos y en contratar a los mejores regatistas, entre los que incluyen a medallistas olímpicos, campeones mundiales y ganadores de la America’s Cup.
Entre ese selecto grupo de deportistas hay un reducido pero destacado número de regatistas españoles. Gente como Xabi Fernández (Gladiator), Joan Vila y Pedro Mas (Interlodge), Juan Meseguer, Joan Fullana y Nacho Postigo (Provezza), y Jordi Calafat, Javier Plaza, Víctor Mariño y Pablo Torrado (Platoon). Estos dos últimos, Mariño y Torrado, ejercerán de embajadores en su tierra, ya que ambos son gallegos.
Galicia estará presente en la competición a través de ellos y también gracias al fichaje, por parte de ciertos equipos, de algunos de los mejores estrategas de regata de las rías gallegas, como Pablo Iglesias, Gonzalo Araujo o Antonio Otero. Ellos se encargarán de darle, a los equipos que los han contratado, las claves para conocer mejor la zona de navegación, los vientos y las condiciones que se pueden encontrar en el fondeadero de las Islas Cíes.
El Parque Nacional de las Islas Atlánticas será el principal escenario de las pruebas, que se prolongarán desde el próximo martes día 24 hasta sábado 28, tras los entrenamientos libres del sábado 21 y el domingo 22; y el entrenamiento oficial del lunes 23.
Los nueve barcos en competición se disputarán mangas del tipo barlovento-sotavento entre boyas, con cuatro tramos (dos de ceñida y dos de popa), y una distancia total que se moverá entre la milla y media y las dos millas náuticas. Existe también la posibilidad de que algún día se cambien los barlovento-sotavento por una regata costera por las Rías Baixas, con un recorrido aún por determinar. Tanto en un tipo de prueba como en la otra, el barco que las complete el primero, gana, sin ningún tipo de compensación de tiempos.
Esta competición en tiempo real, sin ningún tipo de ajuste final, es la que más atrae a las tripulaciones y la que hará las regatas más atractivas y emocionantes para el público. Con barcos prácticamente idénticos, que siguen unas reglas fijas de medición (de superficie vélica, eslora, manga, desplazamiento, calado, altura y peso del palo), las innovaciones que hayan aplicado a las embarcaciones y la pericia de las tripulaciones serán las que marquen las diferencias, aunque éstas serán prácticamente mínimas y las victorias estarán muy disputadas.
La 52 Super Series – Baiona Sailing Week, presentada este viernes en el Monte Real Club de Yates, será la primera de las cinco citas de los TP52 en este 2022: Baiona en mayo, Cascais (Portugal) en junio, Puerto Portals en julio, Scarlino (Italia) en septiembre y Barcelona en octubre. Será, además, la primera vez que la competición recala en aguas gallegas, y lo hará en un año muy especial, cuando se cumple una década de su creación, en 2012.
El evento deportivo dejará un impacto económico en la comarca del Val Miñor valorado en 2 millones de euros. Alojamientos, restauración, empresas de instalaciones, transportes, logística, náutica o diseño son algunos de los sectores beneficiados por la llegada de las 52 Super Series a Galicia.