“Que sea por la vela, a ver si llega a conocerse”, están eran las palabras de Kike Cameselle el pasado martes cuando se anunciaba en los medios de comunicación que daría una charla sobre los IMOC 60 en el Liceo Marítimo de Bouzas en Vigo.
Pocas veces el aficionado tiene la oportunidad de conocer de primera mano que es un monocasco oceánico Imoca 60 u Open 60. Una oportunidad que unas 150 personas han tenido el privilegio el pasado viernes, 13 de noviembre, en boca de un navegante que en los últimos años ha estado entre bastidores de estos veleros en la Escudería de la Fundación Navegación Oceánica Barcelona, entidad que organiza la vuelta al mundo a vela en A Dos.
Tras una corta introducción se abrió la veda a las preguntas, y Kike «chorreó» a todos los presentes sobre lo maravilloso que son los monocasco Imoca 60. Incluso manifestó que mucho mejor que los nuevo Volvo VO65, para él los Open 60 son rápidos, seguros y no mojan: “Lo impresionante es que lo lleva uno solo. Son más rápido que los Volvo 60 y encima no te mojas”.
A pesar de tener 18 metros de eslora, en su interior el espacio vital está concentrado en la parte central con mesa de cartas, hornillo de cocina, estiba de comida, litera, etc.: “… la parte más importante es la zona de vida, la energía es lo más importante para hacer agua, la potabilizadora es vital, se necesitan 10 litros diarios de agua,… las comunicaciones”.
Nos podíamos alargar mucho más con todo lo que ha contado Kike Cameselle. Pero nos hemos quedado con la pregunta « ¿Cuánto tiempo se necesita para hacer una trasluchada, o una virada por avante?» Una situación fácilmente abordable en un velero de menor eslora en regatas costeras, pero que en medio del océano se antoja un poco más complicado.
“Estas maniobras se hacen con tiempo, y pocas en una regata oceánica, de hecho algunas tripulaciones llevan un esquema de la maniobra para no olvidarte de cada paso, porque un error puede provocar una seria avería a bordo…. En las trasluchadas hay que mover todas las velas en el interior del barco, puede llegar a pesar todo unos 500 kilos. En el GAES teníamos una plataforma que la podías llevar de una banda a otra, que tenía repuestos, anclas, cadena y cabo de fondeo, comida, repuestos, etc. que permitía hacer esta cambio de banda en tan solo cinco minutos; de no tenerlo tardas cinco minutos más. Y la maniobra en cubierta comienza con el cambio de banda de la mayor, primero al medio y después a la banda correspondiente, cambias las burdas,… -en la ría de Vigo no tendríamos espacio con el barco navegando a 20 nudos (risas de en la sala)-,… cambias la escota de spi, etc.
Las viradas por avante son más laboriosas, en ceñida todas las velas en el interior van a proa del mamparo del mástil. Las velas las dejas ir a sotavento para volver a estibarlas, hay que cambiar el calado de las derivas, bajas el timón correspondiente; y trasvasas el agua de los tanques de lastre de una banda a otra, unas tres toneladas y media de agua que tienes a barlovento pasan a sotavento, puede llevar unos 10 minutos. Al final necesitas unos 20 minutos con una tripulación en A Dos”.
Para terminar, interesante el dato sobre los litros de combustible a bordo de un IMOCA 60 que participa en la BWR: “… llevas a bordo 250 litros de gasoil para generar electricidad para todos los sistemas de a bordo; y con la aparición de los hydrogeneradores se reduce esta cantidad a 45 litros…”. Información muy interesante para aquellos que tienen en mente hacer largas travesías a vela.
El carácter desenfadado de Kike Cameselle y la entrega del público asistente fue vital en esta velada sobre los IMOCA 60.
Y esto es todo, que diría….
Bueno, después hubo magosto de castañas y cerveza obsequio del Liceo Marítimo de Bouzas.