A pesar del apoyo de Suministros Magariños, Marina Davila Sport, TNT Energy Drink, LS2 Helmets, Sport Pasión y Jetvigo Motos Acuáticas, echa en falta mayor respaldo económico. Esto es algo que también pasa por una mayor repercusión mediática, ya que comenta que “cuando gané en Ibiza, no se retransmitió la carrera, eso echa para atrás a muchos posibles sponsors”.
Con un presupuesto mínimo ha dejado asombrados a todos los demás pilotos del circuito mundial, como ella mismo afirma: “Los equipos del Mundial tienen un nivel de profesionalidad del que yo no dispongo. Viajamos mi mecánico y yo. Ahora estoy mucho tiempo sin poder entrenar en mi moto. Se me rompió el motor y hay que repararlo, mi moto no llegó todavía de Doha y hay que entrenar”.
Pese a los problemas mecánicos, la viguesa confía en poder estar en el podio en la siguiente prueba, que se disputará en Castro, Italia. Reconoce que “es complicado, los pilotos están muy preparados. En la primera prueba ganamos con una mezcla de pilotaje y moto fiable”.
Los problemas económicos perjudican a la hora de preparar las carreras: “Para la prueba de Doha, me bajé del avión y fuimos directamente a trabajar. Desempaquetamos la moto, fuimos al paddock y a competir. Con un mayor apoyo económico podría ir una semana antes, estar física y mentalmente mucho más preparada”.
A Sandra la pasión por las motos le viene de familia. Su padre, José Fernández ‘Nikis’, fue corredor de motocross y, como ella misma afirma, “siempre me gustaron los deportes de motor como Moto GP o Fórmula 1. Con 14 años empecé en el mundo de las motos acuáticas con el apoyo de mi familia y desde entonces se convirtió en mi pasión y profesión”. A la viguesa le gustaría que hubiera una escuela de motos acuáticas, como ya hay en muchos países. Sandra Fernández afirma que “es algo que me encantaría. Montar una escuela y dar a los niños la oportunidad de disfrutar de este deporte sería perfecto. Cuando salen a dar una vuelta les chifla y tener a alguien que te enseñe ayuda, yo aprendí a tortazos”.