Mucho estrés, mucha adrenalina, mucha tensión, mucha… de todo; es lo que están viviendo los navegantes solitarios que están participando en la regata vuelta al mundo a vela, Vendée Globe, con veleros monocasco de unos 18 metros de eslora, también conocidos como OPEN 60. Además, otro competidor es un italiano que navega con una embarcación de menor eslora, un Class 40, de 12 metros, que pretende batir el récord de vuelta al mundo en esta eslora.
¿Los cuarenta rugientes, y los cincuenta aullantes? Se sitúan en aguas meridionales de los océanos Atlántico Sur, Índico y Pacífico. En latitudes de 40° y 50° Sur. Zonas de fuertes vientos que se desplazan de oeste a este, siendo el punto más angosto entre cabo Hornos, en Tierra de Fuego, y la Antártida. Por lo demás, circulan alrededor del globo terráqueo con total libertad sobre una gran masa de mar, que sus límites meridionales bordean todo el continente antártico.
En los paralelos cuarenta grados sur, la furia del viento se le conoce como “los cuarenta rugientes”, nombre puesto por las tripulaciones de los “clippers” que navegaban por esas rutas a principios del siglo XVII. Utilizar una ruta más al sur implicaba navegar por los paralelos de los cincuenta, mucha más intensidad de viento al que llamaron “los cincuenta aullantes”. El que rugiese, o aullase, el viento lo provoca el rozamiento del mismo sobre los mástiles, jarcias y demás aparejos de aquellos majestuosos clippers.
Aunque la parte más dura, más desoladora, es la bravura de las olas de los mares australes y sus corrientes. En esas latitudes hay olas que nunca paran de girar alrededor de la tierra. La masa de agua que rodea el océano antártico, la cual gira sin parar alrededor de la Antártida; cubre una superficie de 24.000.000 Km2, 24.000 Km (15.000 millas náuticas) de largo por 1.000 Km (620 millas) de ancho. O lo que es lo mismo, el total de superficie de América del Norte. Siendo la corriente más poderosa del planeta, que impulsada por los vientos de los cincuenta aullantes, nadie la detiene.
En ese escenario es en el que compiten navegantes solitarios para ser los más rápidos en dar la vuelta al mundo a vela, sin escalas, ni ayuda externa.
La Vendée Globe es el culmen de la competición oceánica, regata nacida en 1989, y se celebra cada cuatro años, con inicio y final en el puerto francés de Le Sables d´Olonne. La última edición la ganó François Gabart con el “Macif”. Ahora se está disputando la octava edición, tomaron la salida 29 veleros OPEN 60, y ya se han retirado nueve de ellos; lo normal es que finalice la mitad de la flota. “Mástiles rotos, foils destrozados, cascos rotos…; barcos hundidos”.
Comentamos que entre medias anda por ahí un velero de menor eslora, es el Class 40 “Italia” que patronea Gaetano Mura. Él aspira a ser el más rápido en dar la vuelta al mundo con una embarcación de 12 metros de eslora. E igual que los demás marinos de la Vendée Globe, hay momentos que va al límite.