“Estamos muy contentos de haber conseguido este triunfo”, explicaba el vigués Martín Wizner, que celebraba junto con Pedro Ameneiro, pontevedrés, ambos de la generación de 2001 y pertenecientes al Real Club Náutico de Vigo, la conquista del Campeonato de Europa júnior de la clase 420 en aguas de Sesimbra (Portugal).
Wizner, con la bandera de España al cuello, y Ameneiro habían levantado minutos antes el trofeo de campeones continentales. Suceden en el palmarés a otros españoles, Carlos Balaguer y Antoni Massanet, que en Lago di Garda (Italia) en 2017 habían logrado la misma gesta. Y no es nada fácil: en lo que va de década España no había conseguido el oro hasta el pasado año. Francia manda con tres títulos, Israel suma dos y otro se ha llevado Italia.
Pero la pareja gallega es imparable. “Hemos trabajado muchísimo tras el Mundial y, tras tantos meses de dedicación, al final hemos conseguido el título”. El discurso es de un Ameneiro feliz y sonriente y no le faltaba razón. En una jornada final espectacular para la vela gallega, además Jacobo García y Antoni Ripoll (Real Club Náutico de Sanxenxo) se adjudicaron el título continental sub-17.
«Aún no nos lo podemos creer, ha sido increíble. ¡Dos oros!», sostenía Bruno Gago, director técnico de la Real Federación Gallega de Vela, que acudió al Europeo para dar apoyo a los regatistas junto con el buenense Andrés García. Para esta cita Gago fue nombrado entrenador responsable del equipo nacional, con seis tripulaciones entre las que se encontraban las dos gallegas.
En una clase muy técnica, todo se decidió en las dos pruebas programadas este miércoles. Wizner y Ameneiro, que habían declarado el día anterior que su objetivo era «no cometer ningún error y no hacer ningún mal resultado», llegaron a la mañana decisiva como líderes con cuatro primeros puestos, un segundo, un tercero, tres quintos y un sexto lugar. Una regularidad aplastante. Sus directos rivales, los franceses Enzo Balanger y Gaultier Tallieu (CN Tremblade), la pifiaron el martes (puestos 24 y 16 en las pruebas del día) y les habían cedido la primera posición y 12 puntos de ventaja.
En la primera manga del día, los gallegos amarraron el oro: terceros. Increíble: en once regatas su peor resultado, el descarte, era una sexta posición. Los galos tampoco supieron contestar este alarde y se hundieron de nuevo (puesto 21). El oro ya estaba en el bolsillo en el sexto día en el agua.
Así, ya nadie les tosió. Los campeones del mundo se permitieron el lujo de acabar en trigésimo noveno lugar la última regata del día, la decimosegunda del campeonato, ya viviendo el sueño del oro, su segundo metal dorado del año tras el conquistado el 3 de enero pasado en Fremantle (Australia).
En la categoría sub-17, García y Ripoll, que se plantaban quintos en las regatas por el título, conquistaron el oro europeo. Como el campeonato era Open, ganaron la general los australianos Cole Tapper y Tyler Creevy. No importaba. El primer barco del Viejo Continente era el de los gallegos, su «Código Cero», sellado con un séptimo y un tercer puesto que les daba el cetro. Segundos en la general, campeones de Europa sub-17.
¿Y los campeones del mundo sub-17 y de Europa sub-19? Martín Wizner (Vigo, 2001) y Pedro Ameneiro (Pontevedra, 2001) llevan un año extraordinario. Desde que en julio de 2017 conquistaron la medalla de plata sub-17 en el Europeo absoluto de Atenas, sus comparecencias internacionales les han llevado al podio de forma permanente.
Del Náutico vigués, regatistas fijos en la selección gallega y en el Centro Galego de Alto Rendimiento de Pontevedra, esta pareja forjada en la Ría de Vigo se ha mostrado como la gran dominadora de la clase en su edad. Porque nadie ha sido capaz de sumar cuatro podios en otras tantas competiciones de alto nivel.
Tras Atenas, en agosto de 2017 llegó Italia (Lago di Garda) con el Europeo júnior, la edición anterior a esta, y un bronce en la misma categoría sub-17. Para acabar el año, en diciembre se iban a las Antípodas, y en Fremantle (Australia), peleaban en los Mundiales de la clase dentro de la categoría sub-17. Y fueron oro. El 3 de enero se subían a los más alto del podio.
Ahora, el Europeo júnior, Open (había regatistas de Francia, Alemania, Gran Bretaña, Polonia, Israel, Suiza, Italia, Portugal Grecia, Turquía, Austria, Irlanda, Hungría, Croacia y Eslovenia, pero también de Estados Unidos o Japón), les ha llevado a morder otro metal dorado.
Han ganado la clasificación júnior (sub-19) demostrando que son los reyes. Ninguno de los compañeros de cajón en enero en Australia, los italianos Cilli y Mantero y Sposato y Centrone, han podido ahora estar en las medallas: sextos y octavos, respectivamente. Estos últimos, Demetrio Sposato y Gabriele Centrone, habían sido oro en Atenas y en Lago di Garda. Pero en 2018 el tándem gallego les ha mojado la oreja y el podio fue para Wizner-Ameneiro (33 puntos), los franceses Balanger y Tallieu (60) y los españoles Pablo Ruiz y Miguel Martínez-Fortún (RCN Palma), con 79 puntos.