La ciudad de Vigo está experimentando cambios radicales, desde la humanización de numerosas calles y plazas, hasta la instalación de parques infantiles que hacen las delicias de los más pequeños. Ahora le toca a la estación del tren de Urzáiz, en la que se está construyendo el complejo comercial Vialia, diseñado por el arquitecto norteamericano Thom Mayne. Albergará la nueva estación del tren —y el ansiado AVE— y un enorme centro comercial con la presencia de marcas como Mayoral, McDonalds, Burger King, Arenal, Alcampo, cines Yelmo y Primark, entre otras firmas. El conjunto se completará con una nueva estación de autobuses, lo cual permitirá realizar conexiones entre diferentes medios de transporte.
Pero no es la única transformación de la ciudad de Vigo que está llevando a cabo el gobierno municipal del Partido Socialista, con el alcalde Abel Caballero al frente. Las rampas de la Gran Vía también constituyen un proyecto ambicioso que se suma a las instalaciones de escaleras mecánicas y ascensores para romper las barreras arquitectónicas en diferentes localizaciones. Además, el túnel que está comenzándose a construir en la Porta do Sol permitirá peatonalizar la mencionada plaza y el Paseo de Alfonso XII, y encajará perfectamente con la remodelación del Barrio do Cura.
Los cambios en la ciudad de Vigo son notorios —e históricos—, y son reconocidos y aprobados por ciudadanos de todos las tendencias políticas y condiciones sociales; es el logro de un gobierno municipal que lucha realmente por mejorar la ciudad. Sin embargo, la asignatura pendiente sigue siendo la Panficadora, la histórica fábrica de pan que constituye un referente de la arquitectura industrial del siglo XX y que lentamente va desmoronándose ante la mirada de propios y foráneos.