El escrutinio de los votos de las elecciones municipales de la ciudad de Vigo son claros. El PSOE, con Abel Caballero al frente, gana las elecciones y revalida su mandato con 19 concejales a pesar e una discreta pérdida de votos. El Partido Popular, con Marta Fernández Tapias como cabeza de lista, queda en segundo lugar después de una brillante escalada de votos. El Bloque Nacionalista Galego (BNG), por su parte, con Xabier Pérez Igrexas a la cabeza, experimenta un gran avance triplicando su representación municipal. En cuanto a Podemos Marea de Vigo, con Rubén Pérez como candidato, queda fuera de juego en la ciudad de Vigo.
Considero necesario reconocer que el Concello de Vigo pierde un buen político, que es Rubén Pérez, un político que ha trabajado con honradez y con una perspectiva de ciudad que posiblemente nadie de su formación política ha sabido transmitir al electorado.
Los principales ganadores, en mi opinión, son Xabier Pérez Igrexas, del BNG, que ha sabido elevar la representación de su partido consiguiendo tres concejales. Y destacar a Marta Fernández Tapias, del PP, porque a pesar de todas las dificultades y de las zancadillas directas e indirectas de Abel Caballero ha conseguido incrementar sus votos en un 35%, y eso hay que valorarlo. Sin olvidar que la observación del conjunto de los datos del escrutinio de Vigo evidencia que los partidos de Vox y de Ciudadanos no tienen cabida en el electorado vigués.
La gran incógnita, por supuesto, será la Deputación de Pontevedra, ya que en otras poblaciones de la provincia, como es el caso concreto de Baiona, también ha habido un avance notable del PP. Sin olvidar que el BNG también jugará sus cartas a su conveniencia.
Finalmente, lo que también me parece importante resaltar es el gran error de Abel Caballero. Con su demostrada inquina en contra de la Xunta de Galicia y del Partido Popular ha conseguido espantar a los numerosos simpatizantes del Partido Popular que le habían estado regalando sus votos en las elecciones anteriores, reconociendo abiertamente el trabajo en favor de la ciudad de Vigo, porque se han sentido insultados. Sin duda, ese continuo desprecio ha sido un error notable que no ha sido perdonado en las urnas. A veces es necesario un poco de respeto y de humildad. Es evidente que Abel Caballero ha tocado techo, por méritos propios.