La ciudadanía viguesa ha encontrado —por fin— un alcalde que defiende a la ciudad por encima de todo, luego de resultar vapuleada por la Xunta de Galicia y por los intereses del norte de Galicia durante décadas. Él ha conseguido que la ciudad de Vigo sea respetada dentro y fuera de Galicia. No resulta extraño que el electorado le diera su apoyo con una mayoría de concejalías.
Pero todavía quedan tareas pendientes. Una de ellas es la remodelación de la avenida de Madrid, una de las entradas principales de la ciudad. Algo muy urgente que, sin embargo, está pendiente desde hace años, a pesar de la imagen penosa que ofrece al visitante. Asimismo, y por motivos que resultan obvios para quien lo atraviesa, el cruce del Seminario también necesita una solución definitiva.
Otra asignatura pendiente es la urbanización de la Praza de España, con enormes solares vacíos y pendientes de remodelar. Una actuación que va pasando de una legislatura a otra.
Otro tema es el lateral derecho de la Gran Vía, en su tramo desde la Praza de España hasta la Praza de América, que también está pendiente de urbanizar. Y lo mismo le ocurre a la zona de Beiramar y Jacinto Benavente, donde existe un conjunto de edificaciones industriales, muchas de ellas abandonadas y con un ambiente deplorable en su entorno.
Quedan pendientes, además, el tema de la Biblioteca; la reestructuración de La Panificadora, todavía en manos privadas, por cierto, a pesar de lo que se habla; el tema del AVE, que realmente no ha llegado todavía a la ciudad de Vigo y no se sabe cuándo llegará. Sin olvidar la cultura, que necesita hacerse popular acercándose a la calle a través de las diferentes asociaciones de vecinos, con talleres de diferentes tipos, incluido el teatro.
Abel Caballero ha triunfado y seguramente volverá a triunfar en las próximas elecciones, pero su resultado será todavía más aplastante y convincente si consigue llevar esos nueve proyectos a buen término: Avenida de Madrid; cruce del Seminario; Praza de España; lateral derecho de Gran Vía; Jacinto Benavente y Beiramar; Biblioteca; La Panificadora; el AVE; cultura ciudadana. Y quizá como décima asignatura pendiente podríamos añadir un elemento más para beneficiar la imagen nocturna de la ciudad: la iluminación de los tirantes del Puente de Rande. Sólo él tiene capacidad para hacer realidad todo esto.