Muchos son animales de cierta edad que han sido abandonados a su suerte porque no se sabe muy bien porqué, sus dueños, imaginamos, han decidido cambiar de vida y, ahora, también imaginamos, no pueden atenderlos. Un animal doméstico es una responsabilidad inmensa, no porque suponga mucho trabajo y esfuerzo, generalmente son tan agradecidos que se conforman con una simple caricia de vez en cuando y con que se les saque a hacer sus necesidades, amén de un cuenquito de agua y comida. La responsabilidad viene del hecho de que cuando asumimos su custodia debemos comprometernos durante el periodo de tiempo que dure la vida del perro. Si presupones que en los próximos años tu vida va a tener una variabilidad tal que no vas a poder adquirir ese compromiso, no compres o adoptes un perro que acabará en la cuneta o con más suerte en una protectora cuando tus circunstancias cambien. No quiero hablar de perros de cazadores que acaban abandonados por los montes cuando han perdido su instinto olfateador y ya no les sirve para el propósito inicial de seguir a sus presas. El caso de estos canes es de lo más pavoroso. Tengo una amiga que ha rescatado a uno de ellos y todavía conserva las marcas de un cepo en la parte trasera de su cuerpecillo. Deleznable.
Tu perro debe ser un miembro de tu familia durante toda su vida, en tus manos está que le concedas más o menos privilegios, como subirse al sofá o darle algunas chucherías de vez en cuando, pero lo que no te puedes permitir bajo ningún concepto es abandonarlo a su suerte, él jamás lo haría. Por muy arisco que seas él siempre permanecerá a tu lado y se alegrará de que compartas tu tiempo lanzándole palos o pelotas o llevándole a dar un paseo por la playa o por la nieve (mi perra en estos escenarios se vuelve loca). Así que te lo pido por favor, estas Navidades si has pensado que un perro sería un regalo estupendo para tu familia, valora si puedes adquirir este compromiso, y si no puedes, colabora con alguna protectora de tu localidad, están deseando aumentar su número de socios para paliar las precarias condiciones con la que estos voluntarios amantes de los animales tienen que sacar adelante a nuestros mejores amigos.