Esta fotografía está tomada en los años noventa del pasado siglo XX desde las instalaciones del Real Club Náutico de Vigo. En el ángulo izquierdo se aprecia un remolcador de altura atracado en el lateral derecho del muelle de trasatlánticos y una de las grúas portuarias.
Todavía faltaba mucho tiempo para la instalación de las prolongaciones del muelle de trasatlánticos, un sistema denomina ‘Duque de Alba’ y que proviene de la época del imperio de los Habsburgo, en los Países Bajos. En el siglo XV, Fernando Álvarez de Toledo y Pimentel, duque de Alba, inventó un sistema de amarre de buques que consiste en pilares aislados y coronados por una gran pieza rectangular. Los marineros, puesto que el duque de Alba era un personaje rígido y no muy querido que siempre iba vestido de negro con una lechuguilla de color blanco, le pusieron ese nombre a los amarres imaginando que le tiraban la soga al cuello.
En el año 2010, la Autoridad Portuaria de Vigo procedió a la instalación de Duques de Alba en el muelle de trasatlánticos, llamado muelle ‘Alberto Durán’, en homenaje a quien fomentó con enorme interés el tráfico de trasatlánticos en la ciudad. Con los Duques de Alba se conseguía aumentar una línea de atraque que favorecía la escala de grandes cruceros e incluso su simultaneidad. Paralelamente, en la ría de Vigo ya se practicaban deportes náuticos de todo tipo, como también puede observarse en la fotografía, y el Real Club Náutico de Vigo comenzaba la expansión de sus instalaciones con nuevos pantalanes para aumentar el número de amarres, cada vez más demandados.
Aunque eran los años noventa del pasado siglo XX, atrás se quedaban los tiempos de aquellos barcos que en su día parecían enormes en comparación a los actuales y que protagonizaron la emigración gallega a América: ‘Begoña’, ‘Santa María’, ‘Monserrat’…, unos tiempos en los que apenas había grandes veleros deportivos en la ría y el turismo náutico todavía estaba por desarrollarse, unos tiempos en los que los chavales de Vigo se divertían pescando con liña y miñoca en unos muelles que estaban muy lejos de la realidad actual.