El puerto de Leixões, en la localidad portuguesa de Oporto, cuenta con unas infraestructuras y con unos enlaces que supera sobradamente al puerto de Vigo. Los vigueses debemos reconocerlo. El puerto de Leixões queda en las proximidades del aeropuerto de Oporto Francisco Sá Carneiro, está muy bien enlazado por carretera y dispone de conexión de líneas ferroviarias.
El puerto de Vigo, en cambio, sigue esperando —interminablemente— las conexiones ferroviarias y nunca podrá estar en las proximidades del aeropuerto, un aeropuerto que soporta las reiteradas zancadillas de un gobierno gallego en manos del Partido Popular, y que soporta, también, la perversidad solapada del aeropuerto de Lavacolla, en Santiago de Compostela, y del aeropuerto de Alvedro, en A Coruña, de los cuales sobra, inequívocamente, el de A Coruña, y para los que el de Vigo es una fuerte competencia.
Sea como fuere, el puerto de Vigo necesita con urgencia un enlace ferroviario directo y algunos cambios para poder competir con el de Leixões, que sigue ganando tráficos de todo tipo.