Se me hizo Vd. una cara conocida (de poblada barba negra) cuando fue nombrado presidente de la Diputación de Pontevedra, tras salir elegido concejal por el concello de nuestra capital de provincia.
Pero anteriormente según la información existente en la red me he enterado que fue Vd. con 24 años el registrador más joven de toda España.
En cuanto al servicio militar la misma red habla de que fue Vd. destinado a la Capitanía General de Valencia ocupándose literalmente de “la limpieza de las escaleras del edificio de dicha Capitanía”.
Si esto es así no se puede decir que tuviera Vd. una trayectoria militar muy gloriosa. De todas formas en aquella época cualquier españolito en su servicio militar no era fácil que fuera destinado a Capitanía General. Yo concretamente no tuve tanta suerte como Vd. La fortuna de cada uno, ya se sabe.
Siguiendo con su C.V. ejerció Vd. de registrador en los municipios de Padrón, Villafranca del Bierzo y Santa Pola, plaza de la que todavía es Vd. titular.
Pero 8 años después de comenzar a ejercer ya es rescatado por el mundo de la política, si bien no se puede decir que comenzara Vd. por abajo pegando carteles o haciendo fotocopias en la sede del partido, sino que Vd. es nombrado Director Xeral de Relacions Institucionais de la Xunta de Galicia.
Un años después, en 1983, pasa Vd. a la presidencia de la Diputación pontevedresa y en 1986 consigue acta de diputado en el Congreso de los diputados por la provincia de Pontevedra, si bien a los pocos meses renunció a su acta para ser nombrado Vicepresidente del Gobierno de la Xunta de Galicia, cargo que ocupó hasta septiembre de 1987.
En 1989 se refunda Alianza Popular para convertirse en Partido Popular donde al poco tiempo José María Aznar es nombrado presidente y candidato a la presidencia del gobierno.
En esa época Vd. volvió al Congreso por la provincia de Pontevedra y también fue nombrado Vicepresidente del Partido Popular.
En 1986 el señor Aznar llega a la presidencia del gobierno y Vd. ocupa la cartera de Administraciones Públicas.
Posteriormente ocupó Vd. las carteras de Educación y Cultura, Ministro de la Presidencia, Interior y Ministro Portavoz del Gobierno, siendo entonces cuando tuvo Vd. que atender el enojoso asunto del Prestige y sus “hilitos de plastilina”.
Al llegar el año 2003 José María Aznar depositó su dedo divino sobre su cabeza y pasó Vd. a dirigir el Partido Popular en el que se hinchó Vd. a perder elecciones ante el líder elegido entonces por el PSOE.
Dicho líder socialista se empeñó en 8 años en arruinar nuestro país y de esta forma la presidencia del gobierno le tocó a Vd. en la tómbola de las elecciones de 2011.
Por fin después de ocupar todos los puestos del escalafón político llegaba Vd. a la cumbre y desde entonces está Vd. domiciliado en el Palacio de la Moncloa, residencia en la que se debe encontrar a gusto porque no hay indicios de que la quiera abandonar.
Quería decirle Sr. Rajoy que su labor como presidente de todos los españoles es muy similar a la que ejerció Vd. en los distintos ministerios, donde no dejó Vd. rastro de la misma, en resumen ni una mala palabra ni una buena acción.
En su primera legislatura como presidente del gobierno con mayoría absolutérrima no implantó ninguna medida política de su apartido y se adhirió a las líneas maestras del PSOE.
En cuanto a la crisis económica la solucionó Vd. con recorte drástico de salarios y una monstruosa subida de impuestos, mientras las cajas de ahorros atracadas presuntamente por la casta política y sindical fueron rescatadas por Europa con unas decenas de miles de millones que pagaremos todos los españolitos.
En el día de hoy continúa Vd. de presidente del gobierno sin tener una clara mayoría y para aprobar sus presupuestos tiene que mendigar el apoyo de la minoría vasca a base de regalarles unos cuantos millones de euros.
Del problema catalán casi mejor no hablar porque su gestión ha sido catastrófica, con la guinda final de sus 4 diputados en las elecciones del día 21 (al final han sido 4) que convierten al PP en casi extraparlamentario en Cataluña.
Ha sido otra bofetada a Vd. D. Mariano en la cara de su partido. Es otra muestra más que significa que una gran mayoría de españoles ya no soporta sus circunloquios, sus dudas, sus inhibiciones y en general sus miedos, sí sus miedos, porque da Vd. la imagen de un político aterrado al que el cargo le ha venido demasiado grande, por no hablar de la presunta corrupción de Vd. y de su partido, con aquello de “Luis, sé fuerte” o el machacar discos duros de ordenador a martillazos.
Vd., D. Mariano, nunca debió Vd. elegir la carrera política, porque un político de raza quiere los cargos para “hacer cosas” se equivoque o no, mientras que Vd. Sr. Rajoy quiere el puesto para “estar” en él pero sin llevarse a la espalda la responsabilidad que el cargo conlleva.
Por cierto, por más que intento adivinar su ideología no consigo saber nada al respecto. Por estar tantos años en el Partido Popular debería ser Vd. liberal-conservador, pero no lo creo, porque su verdadera ideología debe ser la marianesca-rajoyana, porque Vd. cree en Vd. mismo, más tarde en Vd. y siempre en Vd.
Vd. sería la persona perfecta para ocupar la presidencia de una típica sociedad pontevedresa que organiza los bailes de salón y la presentacion de las adolescentes en sociedad.
Creo que ha llegado el momento de que se plantee Vd. el fin de su carrera política que no ha sido precisamente breve, pues lleva Vd. más de 30 años subido al coche oficial.
Si me acepta el consejo D. Mariano vaya pensando en elegir con su índice mágico a su sucesor-a, para que Vd. pueda empezar a recoger sus efectos personales del despacho y los meta en una cajita de cartón para su traslado.
No se sacrifique Vd. más por todos nosotros, ya ha sido suficiente, el balance no es bueno y su empeño discutible, pero el tiempo ha pasado y muchos españoles quieren ya a otra persona que los dirija.
Así que para terminar D. Mariano piense en lo feliz que va a ser Vd. al acabar esta etapa haciendo…nada, pero para distraerse podrá dar Vd. algunas conferencias generosamente pagadas en grandes foros políticos como expresidente del gobierno.
Se convertirá Vd., como decía Felipe González, en un gran jarrón chino que nadie sabe donde poner. Esperemos que por lo menos no estorbe.
Sin más, le saluda, atte.
Fernando Torres Carbajo