Ahí tenemos uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad de Vigo, el antiguo hospital Residencia Hospitalaria Almirante Vierna, de la época franquista, y que luego, en la etapa democrática, fue renombrado como Xeral, y que actualmente se ha convertido en la rimbombante Ciudad de la Justicia.
Puede decirse que Vigo ha perdido un gran hospital en el centro de la ciudad y que, por contrapartida, ha ganado otra pequeña y preciosa ciudad que se abrirá dentro de poco en el mismo emplazamiento. Lo que todo el mundo se pregunta es si no será demasiado espacio para tales fines judiciales, y si realmente se conseguirá, de este modo, acelerar los procesos de la justicia.
Es probable que con la Ciudad de la Justicia ocurra algo similar a lo acontecido en su día con el Edificio de San Caetano, en Santiago de Compostela. San Caetano era un antiguo cuartel del ejército que fue transformado en la sede de la Xunta de Galicia cuando se instauraron las autonomías y se llevaron a cabo las transferencias.
Al principio, las dimensiones de San Caetano parecían enormes y sobraba espacio por todas partes. Sin embargo, con el paso del tiempo, las estancias fueron llenándose de mesas y de trabajadores hasta el punto de que algunos despachos se convirtieron en auténticos laberintos de mesas, y algunas consellerías tuvieron que abrir dependencias en otros edificios de la ciudad compostelana porque el espacio, aunque parezca mentira, ya resultaba insuficiente.
Está claro que cuando sobra espacio en las oficinas y en los despachos públicos siempre se aprovecha para llenarlos de mesas y de personal, como si fuera lo más lógico y más justo en esos casos.