Lo que se observa en la fotografía es una vergüenza llamada Barrio do Cura, una vergüenza para la ciudad de Vigo, una actuación que lleva años a punto de arrancar, pero que todavía arranca ahora y a cámara lenta.
Es notorio que se remueven tierras y que se cambia alguna cosa que otra, pero el escenario de la película sigue siendo casi el mismo. El caso es que la ciudadanía de Vigo ya se ha acostumbrando a que ese solar que se observa desde el Paseo de Alfonso XII forme parte de la imagen de uno de los rincones más espectaculares de la ciudad.
Lo más triste es para quienes hayan invertido su dinero —y su paciencia— en el proyecto, tanto los dueños como los clientes, que no terminan de ver cómo se convierte en una realidad tangible. En Vigo ya hubo casos en los que las obras estuvieron paradas durante años por diferentes motivos, y lo peor es cuando la parada depende de los permisos.
A ver si lo del Barrio do Cura es verdad o todo es, en cambio, un queda bien. Para que luego digan que el urbanismo de Vigo funciona correctamente.