Noticia reciente en un diario local: «Los doscientos inmuebles okupados en Vigo tienen enganches ilegales». ¿200 casas okupadas? ¿Pero como es posible? Así que pagamos (altísimos) impuestos en esta ciudad, y ¿las autoridades no pueden hacer algo más para evitar esto? Me parece una broma de mal gusto.
Hay que decir que estas viviendas no son de los gerentes de las grandes (ni medianas) empresas viguesas que suelen vivir en grandes espacios y protegidos por sistemas de seguridad. No, estas casas suelen ser de vecinos poco favorecidos, de una viuda con pocos ingresos, de unos jóvenes con problemas económicos o de una pareja de jubilados. A todos ellos si le quitan por la fuerza su vivienda se quedan absolutamente desamparados.
Pero hace pocas fechas don Abel Caballero Álvarez declaró que «arrancaba la Navidad en el planeta».
Estos pisos okupados suelen conectarse de forma ilegal a la red eléctrica, con el peligro que esto supone para que se produzca fácilmente un incendio. Véase el reciente en el edificio de Alfonso X con cuatro (tres menores) muertos y nueve heridos.
Mientras nuestro estimado alcalde mencionó que «habrá en la ciudad 11,5 millones de leds en 450 calles iluminadas».
Al mismo tiempo los sindicatos de bomberos vigueses llevan tiempo exigiendo que se cumpla la ley en cuanto a número de efectivos en la plantilla local sin que se les haga caso.
Y nuestro máximo regidor seguía comunicando: «Y también tendremos 3.708 arcos de luz, 6.000 estructuras y 2.318 árboles iluminados».
En estas circunstancias la ciudad sigue con estos graves problemas, viviendas okupadas, escasa dotación de bomberos y la huelga del transporte local, entre otros, por no hablar de las obras, como las de la Porta do Sol, que parecen no tener fin.
Y mientras, ¿qué dice nuestro afamado líder al respecto? Pues no se sabe porque don Abel está en Belén con los pastores… y encantado de haberse conocido.