Desde esta modesta tribuna hemos venido denunciando ante nuestras administraciones, que un magnífico centro cultural como el Teatro Cine Fraga llevaba una serie de años cerrado.
Por cierto, si quieren saber Vds. algo más sobre la historia de su fundador, Isaac Fraga, pueden verlo en el artículo en este mismo diario: «El imperio vigués del cine».
Todo esto viene a cuento a propósito de las últimas noticias sobre la posible compra del Teatro Fraga a la entidad Abanca, por parte de la Diputación pontevedresa. El importe que se ha manejado parece que está sobre 9,3 M€.
Haciendo un poco de historia veremos que la última proyección en el Fraga tuvo lugar el 28 de junio de 2001, con la película «Lara Croft. Tomb Rider». Poco tiempo después la familia Fraga llegó a un acuerdo de venta del edificio con la entidad Caixa Galicia. La cantidad de la venta anduvo (parece ser) sobre los 8M€.
Es decir que en aquel momento la compra del Fraga fue financiada por el capital de muchos gallegos, que tenían sus ahorros en la entidad coruñesa.
Años más tarde la entidad Caixa Galicia, en muy mal estado financiero hubo de ser recuperada, ¿a través de quien?, pues sí, a través del pueblo gallego, y una vez saneada (¿9.000 M€?), se entregó (junto a Caixanova) a la familia Escotet para fundar Abanca, a cambio de 1.003 M€ a pagar al FROB. Es decir, los ciudadanos nos gastamos 9.000 M€ pero sólo recuperamos 1.003 M€. ¿Alguien me lo explica?
Puestos a preguntar, ¿por qué el edificio Fraga que había sido pagado por el pueblo no se dejó fuera del acuerdo económico con Abanca?
Ahora nos encontramos que, una vez más, el pueblo tenemos que rascarnos el bolsillo para recuperar un edificio que ya habíamos pagado en su momento.
Una pregunta (más) a nuestra clase política: ¿No creen Vds. que esta compra es una (sangrante) tomadura de pelo a toda la ciudadanía?
A mí me lo parece.