El barrio de Guixar es uno de los barrios más olvidados de la ciudad de Vigo. Antaño tenía la orilla del mar casi a la puerta de sus casas, pero luego se le fue ganando terreno a la ría para ampliar las instalaciones portuarias, de tal modo que la distancia hasta el mar desde esa histórica verja que se observa a la derecha de la fotografía ha aumentado considerablemente.
Antaño, la gente del barrio disfrutaba yendo a pescar en la orilla y en los muelles, y la chavalada jugaba libremente en las montañas de minerales que estaban pendientes de embarcar. Todo ese espacio natural y artificial se ha ido llenado con montañas de contenedores formando calles estrechas y laberínticas por las que se mueven con destreza los Caterpillar.
Incluso ha caído en el olvido la batalla campal que protagonizó el barrio de Guixar oponiéndose violentamente a la empacadora de basuras y que le costó la alcaldía a Carlos Príncipe.
Los astilleros también le dieron vida al barrio durante mucho tiempo e incluso sirvieron de plató cinematográfico para la película ‘Los lunes al sol’. Y las instalaciones de Campsa, por su parte, y algunas empresas conserveras, también aportaron su contribución a la vida y al desarrollo del barrio.
Pero con el paso de los años todas las empresas han ido cerrando sus puertas y ahora todo está tranquilo, tan tranquilo que el barrio está casi muerto. El histórico barrio de Guixar merece un poco de atención porque también forma parte de la ciudad de Vigo.