El esperpéntico edificio de la izquierda es la sede de Urbanismo del Concello de Vigo. Siempre tiene una apariencia vacía, pero hay que comprender que hoy en día muchas tareas son telemáticas. Ahí dentro se cuecen -o debieran cocerse- las decisiones del urbanismo de la ciudad, un tema que parece estar bloqueado desde hace años.
La culpa de su parálisis es como una pelota que unos y otros lanzan al aire -Concello y Xunta-, pero el resultado final es que nunca toca el suelo y el urbanismo de la ciudad no avanza, está paralizado. Se construyó un gran hotel en Samil para eliminar el que había en su lugar, se construyó algún edificio nuevo en la Rúa Tomás Alonso…, pero en general no se hicieron grandes cosas.
El actual gobierno municipal -que muy probablemente siga siendo el mismo después de las elecciones- debería tomar cartas en el asunto y resolver los escollos mediante una vía de diálogo con la Xunta, esto no puede seguir así por más tiempo. Está claro que el urbanismo de Vigo no está en buenas manos.