Como todo el mundo sabe (salvo los damnificados de la Logse) el origen del Camino de Santiago, viene de la muerte violenta de Santiago el Mayor a manos del rey Herodes Agripa I en Jerusalén.
La tradición mantiene que los discipulos de Santiago recuperaron su cuerpo, y huyeron en una barca de piedra sin rumbo ni timón hasta que llegaron a Galicia, y remontando el rio Ulla arrivaron a Iria Flavia. En este lugar la reina Lupa les cedió unos bueyes para llevar los restos del apóstol.
La tradición sigue diciendo que los propios bueyes fueron los que fijaron el lugar del enterramiento de Santiago. Se trata de un lugar próximo a una fuente, hoy situada en la calle del Franco, apenas a 100 metros de la Catedral.
La tumba de Santiago permaneció en el olvido durante siglos, hasta que en el año 823 un ermitaño del monte Libredón avisó de unas determinadas estrellas que señalaban un lugar concreto (Campus Stellae).
Teodomiro, obispo de iria Flavia, se personó en el lugar con el ermitaño y descubrieron un sarcófago con tres cuerpos. Habían encontrado la tumba del Apóstol.
Ante la importancia del hallazgo el obispo se desplaza a Oviedo para comunicárselo al rey Alfonso II, éste se traslada al lugar para verlo convirtiéndose en el primer eregrino. El recorrido entre Oviedo y Compostela se conoce como el Camino Primitivo.
Las noticias del hallazgo de los restos de Santiago se extendieron por España y por Europa. La Reconquista contra los moros fue avanzando y al poco tiempo se comenzó a hablar del Camino Francés.
Con el tiempo el Camino se ha convertido en una vía de desarrollo cultural, artístico y social en toda Europa. Por ello la ruta fue declarada Patrimonio de la Humanidad, además de considerarse el primer Itinerario Cultural Europeo.
Desde hace unos años vemos, cuando llega el buen tiempo, a peregrinos pasar por nuestra ciudad haciendo el Camino Portugués, en su variedad “por la costa”. Pero estos mismos peregrinos están muchas veces despistados porque el Camino, con sus flechas amarillas, no está marcado en Vigo.
Y Vds, estimados lectores, se preguntarán: ¿y por qué sucede esto?, ¿será que la pérfida Xunta nos ha dejado de lado de nuevo? Pues no parece que los tiros vayan por ahí esta vez, más bien que el más alto representante del Concello no está por la labor de marcar la senda.
Hace no muchas fechas representantes de la Xunta llegaron a un acuerdo con asociaciones de empresarios de hostelería de la ciudad para poner las señales del camino en los escaparates de los locales vigueses. Tener que llegar a esto da una idea de como están las cosas entre las dos administraciones.
Los vigueses que pagamos (altísimos) impuestos municipales debemos exigir que alguien nos dé una respuesta sobre el porqué Vigo es la única ciudad que no tiene marcada la ruta del Camino.
Pero yo de Vds me sentaría porque la respuesta igual va para largo.