Nace en Madrid el día del 2 de mayo de 1808 y una multitud de madrileños se agolpa frente al Palacio Real. El pueblo sospecha que los soldados franceses quieren secuestrar al infante Francisco de Paula, hijo menor del Carlos IV y Maria Luisa de Parma.
En ese momento de nuestra historia Carlos IV había abdicado en favor de su hijo Fernando VII y padre e hijo debían acudir a Bayona para entrevistarse con Napoleón Bonaparte. Fernando VII sería obligado a abdicar, lo que posibilitaría que José Bonaparte ocupara el trono de España. Hay que decir que muchos españoles llamados «patriotas» no reconocerían estas abdicaciones, de ahí que la guerra de la Independencia se iniciara en nombre de Fernando VII.
Pues bien, volviendo al Palacio Real en el día señalado, diremos que el cerrajero Molina consigue abrir una puerta de palacio y al poco tiempo se le oye gritar: «¡Traición! ¡Que nos lo llevan! ¡Nos han quitado a nuestro rey y quieren llevarse a todas las personas reales! ¡Muerte a los franceses!»
La revuelta se extiende por todo Madrid lo que provocaría que al día siguiente muchos madrileños fueran pasados por las armas por el ejército de Napoleón en la zona de Príncipe Pio y enterrados en el cementerio de La Florida. Había comenzado la Guerra de la Independencia.
Quería traer a colación este pasaje de nuestra historia en el que se ve claramente como las élites españolas, en ese caso de la realeza, abandonaron al pueblo español y éste se rebeló enfrentándose al mejor ejército del mundo en ese momento, pero a costa de muchos muertos nacionales.
Hoy, marzo de 2020 en medio de una severa crisis, las noticias que nos llegan de vías no gubernamentales, hablan de que los que nos gobiernan han abandonado al pueblo español, sin preocuparse de las vidas y haciendas de la ciudadanía, proporcionando noticias falaces mediante los altavoces de sus terminales mediáticas.
Unos gobernantes de izquierdas que se preocupan por disponer, ellos mismos, de los mejores sanitarios privados, paralizando el material del que no disponen los hospitales y sumiendo al pueblo en un estado de verdadera preocupación.
En estas circunstancias se pueden ver ejemplos de que la gente llana se arremanga y decide coger el toro por los cuernos. Así vemos que hay ingenieros que se asocian y mediante impresoras 3D fabrican pantallas faciales para los sanitarios, o cómo trabajadores del Ifema en Madrid consiguen en ¡18 horas! poner en pie un hospital que podrá llegar hasta las 5.500 camas, o cómo médicos del Hospital Meixoeiro de Vigo instauran un método de toma de muestras imitando a los ‘autoburguer’ que ya se aplica en toda Galicia.
Además de todo eso, también da gusto ver cómo algunos grandes empresarios ponen sus medios y su financiación para aportar su ayuda en bien de la ciudadanía, algo que nuestro gobierno sigue sin ver con buenos ojos.
Los españoles podremos tener nuestros defectos pero en momentos difíciles, al ver que nuestros representantes no están a la altura de las circunstancias, nos ponemos en marcha y conseguimos resolver grandes problemas. De ahí que tristemente la historia se repite y ahora en España vuelve a ser 2 de mayo.