Ordenando algunos libros he encontrado alguno de los que tengo de Bernardo Vázquez Gil (Cerdedo, 1927 – Vigo, 2016), más conocido como Lalo Vázquez Gil, que fue Cronista Oficial de la ciudad de Vigo y que tenía un amplio e interesante curriculum vitae. Era licenciado en Educación Física y en Ciencias de la Información, dirigió algunas publicaciones y ejerció como profesor y destacaba como dibujante. Fue jefe de prensa y relaciones públicas del Concello de Vigo y fue asiduo colaborador periodístico en El Pueblo Gallego, en Faro de Vigo, en Atlántico Diario, y en emisoras de radio como La Voz de Vigo y la Cope. También fue autor de numerosos libros vinculados con la ciudad de Vigo, todos ellos muy interesantes y con una gran carga de humor. Precisamente, ese humor casi siempre iba de la mano de un entrañable personaje creado por él y que había bautizado como “Gorecho”. Entre los numerosos títulos de su autoría podemos recordar algunos como “Los tesoros de la Ría de Vigo”, “Retrincos da historia de Vigo”, “Vigo, personaxes e paisaxes”, “Historia dos monumentos de Vigo”, “Historia de Vigo nos seus documentos”, y “Diccionario da Reconquista”, entre otros.
La labor de Lalo Vázquez Gil como cronista y comentarista ha dejado una profunda huella en la ciudad de Vigo, pero mucho más como persona cercana, agradable y buen conversador, de lo cual puedo dar fe puesto que tuve la gran suerte de haberlo conocido personalmente, y he querido dedicarle hoy este comentario de recuerdo hacia su persona, a quien he apreciado y admirado.
Lo que me sorprende es que, desde hace unos años, la ciudad de Vigo carece de Cronista Oficial sin que se sepa el motivo, aunque existen, en mi opinión, dos personas que por su trayectoria imparcial y por su preparación podrían asumir perfectamente el cargo. Estoy refiriéndome a Antonio Giráldez Lomba, licenciado en historia, brillante profesor, excelente conferenciante, miembro fundador del Instituto de Estudios Vigueses y autor de numerosos e interesantes libros sobre distintos aspectos de la historia de la ciudad de Vigo, además de habitual colaborador de emisoras de radio. Por otra parte, también me refiero a Eduardo Rolland, periodista y autor de numerosos libros vinculados con la ciudad y colaborador de Radio Vigo en algunos programas. Cualquiera de los dos asumiría con enorme eficacia el papel de cronista, y estoy seguro que la ciudadanía de Vigo, que los conoce a través de sus publicaciones y colaboraciones, estaría totalmente de acuerdo en el nombramiento.