Desde hace 5 años los representantes del Estado en Cataluña que cobran gracias a nuestros impuestos, se han puesto en rebeldía y en contra del propio Estado de España cometiendo flagrante delito de sedición.
Las imágenes vistas ayer de los Mossos de Esquadra (pagados por el Mº. del Interior) enfrentados con agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil ha sido la gota que ha colmado el vaso.
Mientras, el presidente catalán anunciaba ayer a última hora que contados los votos del referéndum, en los próximos días proclamaría la República de Cataluña.
Unos minutos antes el Presidente Rajoy en una intervención televisada nos comunicaba a todos los españoles que el gobierno había impedido que se celebrara el referéndum en Cataluña, pero al mismo tiempo manifestó que estaba abierto a seguir negociando de todo con los mismos que habían organizado la consulta ilegal.
Al poco tiempo el socialista Pedro Sánchez pidió al gobierno más diálogo con los golpistas catalanes. Albert Rivera media hora después nos aclaró que todo esto se arreglaba con unas nuevas elecciones en Cataluña.
Podemos ver claramente que en la mayor crisis del Reino de la España democrática desde el 23-F carecemos de gobierno y también de oposición para solucionar tan grave problema.
Todo esto es la culminación de 40 años en que España ha perdido todo su discurso en beneficio de las autonomías, en que la bandera española se consideraba un símbolo franquista y que veíamos normal que el himno español no tuviera letra.
Le echamos la culpa de lo que nos pasa a nuestros políticos pero los españoles en este caso deberíamos hacer un profundo examen de conciencia.