El urbanismo de Vigo lleva décadas en estado desastroso, unas veces porque se hicieron auténticas barbaridades como el monstruoso hotel que se construyó donde existía esa plaza que muestra la fotografía de los años sesenta del siglo pasado, y en otras ocasiones porque no se hizo prácticamente nada, pero se vendió como si se hubieran hecho cosas importantes. Precisamente, hace unos días entrevistaron en una emisora de radio local a la persona responsable del urbanismo de la ciudad de Vigo y, como vigués, sus declaraciones me resultaron indignantes. Habló mucho, eso sí, pero no concretó nada real e incluso echó balones fuera, una auténtica burla.
Habló del comienzo inminente de las obras en el Barrio do Cura, que es algo de lo que se lleva hablando hace años, pero lo cierto es que la obra sigue parada, como puede comprobarse fácilmente desde uno de los mejores miradores de la ciudad que, por cierto, también lleva años con la barandilla vallada. En el solar del Barrio do Cura crece la maleza porque no se está llevando a cabo ninguna acción y sería un milagro que empezaran, milagrosamente, en estos días.
Habló, también, de un túnel urbano y de otros temas, cada cual más vistoso y, sin duda, electoralista. Pero el colmo fue la posible peatonalización de la Praza de España, algo que no se lo cree nadie por su enorme complejidad, puesto que no sería nada fácil derivar el tráfico de la principal entrada de la ciudad por otras direcciones alternativas.
Ya digo que no me gusta lo que hace y lo que dice esta persona. Ocupó el cargo de máxima responsabilidad en la Consellería de Política Territorial de la Xunta de Galicia, con Emilio Pérez Touriño al frente. En aquellos tiempos el Concello de Vigo estaba gobernado por el Partido Popular y su actitud fue, precisamente, la que ahora ella misma critica. Y para evitar confusas interpretaciones debo dejar claro que yo no voto al Partido Popular, pero soy vigués, deseo lo mejor para mi ciudad, y no tolero que alguien intente hacerme comulgar con ruedas de molino, como es el caso.
El hecho de que el pueblo de Vigo haya votado hasta ahora mayoritariamente a un gobierno del Partido Socialista no quiere decir que tenga que estar absolutamente de acuerdo en todas sus decisiones, ni tampoco comulgar con todos los integrantes del gobierno local, unos integrantes que, por cierto, en su mayoría ni siquiera son conocidos por la ciudadanía, lo cual es un grave error. En el caso concreto de esta señora que ahora nos la ponen hasta en la sopa, a mí no me gusta nada porque realmente no ha hecho nada, sólo figura en el elenco municipal.
Como vigués le recuerdo a esta señora que la ciudad de Vigo sigue necesitando una entrada digna por la Avenida de Madrid, que no depende del Concello, pero que tendría que pelear por ella; una Praza de España que constituya una puerta digna de acceso a la ciudad, y no la vergüenza actual; un Barrio do Cura sin cortapisas y desarrollado de una vez; una Panificadora que deje de estar en un eterno punto muerto con proyectos irrealizables; una calle Jacinto Benavente perfectamente urbanizada y sin esqueletos industriales por donde no constituyera un peligro dar un paseo incluso de día; además, la ciudad de Vigo también necesita urgentemente una salida sur y un desarrollo urbanístico que permita que el tren llegue hasta el puerto, porque así no vamos a ninguna parte; en fin, un largo etcétera de asignaturas pendientes. Por eso me resultaron una burla las palabras de esa señora. Y que conste, una vez más, que no voto PP, sino PSOE, a pesar de todo, y no soy el único.