Resulta descarada la contraprogramación de la RTVG con respecto a la RTVE cuando comparece el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, informando sobre los datos y sobre las medidas del Covid19. A la misma hora, la RTVG siempre televisa la comparecencia de Núñez Feijóo informando sobre temas análogos y recalcando, sobre todo, en lo que él considera sus aciertos, con alguna que otra crítica incluida hacia su propio partido para dar mayor imagen de credibilidad. Es muy astuto. Cierto que la RTVG es una emisora de ámbito autonómico, pero Galicia también forma parte de España y el presidente del Gobierno de España debe priorizarse frente al homólogo gallego cuando se habla de los mismos temas de interés nacional. Salvo que Núñez Feijóo, o que la RTVG, esté realizando una propaganda electoral encubierta, ahora que están muy próximas las elecciones gallegas.
Algunas personas catalogan a Núñez Feijóo como excelente gestor. Se olvidan, entre otras muchas cosas, de los desmanes que ha llevado a cabo en la sanidad pública cerrando hospitales, como por ejemplo el Rebullón y el Cíes en la ciudad de Vigo. Provocando una enorme precariedad en los trabajadores sanitarios, permitiendo contratos por días o incluso por horas. Provocando el descalabro de las cajas de ahorros gallegas al obligar a la del sur a fusionarse con la del norte, totalmente hundida y que actuó como lastre de ambas juntas, vendiéndolas posteriormente por una cifra que resultó casi como un regalo y que se amortizó al cabo de un año. Olvidando, también, las manipulaciones en la enseñanza pública, en la que, gracias a la Lomce -del Partido Popular- ha estado nombrando a dedo a las direcciones de algunos centros (como los CIFPs) para tenerlos controlados, eliminando los procedimientos de elección democrática. Olvidando, también, el astuto bloqueo de los gastos públicos de la Xunta en el mes de octubre -o antes- para que cuando llegue el cierre de fin de año las cuentas públicas parezcan milagrosamente compensadas. Estas son algunas cosas que para muchas personas ya han quedado en el olvido y que muchos medios de comunicación omiten deliberadamente porque el silencio en los medios también se compra y se agradece.
Quienes militan o simpaticen con el Partido Popular seguirán votando a Núñez Feijóo, obviamente. Y también lo hará a su favor una parte de las gallegas y de los gallegos que forman parte de esa red clientelar que permanece oculta, pero que es real, sobre todo, en esos pequeños núcleos de población en los que sigue existiendo la cadena de favores. Y también lo votarán quienes se conforman con una única fuente de información en vez de observar de modo objetivo varios puntos de vista y sacar las conclusiones más acertadas. Pero democráticamente habrá que respetar todos esos votos.
Opino que el voto a favor de Núñez Feijóo habrá que respetarlo del mismo modo que los demás votos. Sin embargo, esos votos a favor de Núñez Feijóo, en mi opinión, sólo servirán para sumir a Galicia en la miseria que se está vendiendo como progreso, en una época oscura y de continuos engaños.
Núñez Feijóo representa y defiende, sobre todo, a los adinerados y poderosos. Porque la derecha siempre antepone los ricos a los pobres, no lo olvidemos. Por eso me resulta absurdo y casi incomprensible que muchas -insisto, muchas- personas que realizan los trabajos más humildes de nuestra sociedad gallega estén votando -y, por lo tanto, defendiendo- a quienes los oprimen y explotan. Su voto es, como digo, digno de todo el respeto, pero creo que harían bien en recapacitar porque Galicia no va a estar mejor con Núñez Feijóo al frente. El pueblo deber votar a quien realmente defienda sus intereses, que los ricos y poderosos también eligen a quien más los beneficie. No lo olvidemos.