Cualquiera que haya nacido en Vigo, que viva en esta ciudad, o simplemente que la ame y trabaje y busque lo mejor para ella, no tendrá ninguna duda sobre la conveniencia de esa declaración. Lo contrario implica desconocimiento, desarraigo, e incluso incompetencia.
Las Islas Cíes reúnen todas las condiciones para integrarse en el Patrimonio de la Humanidad, algo que debe prevalecer sobre cualquier otro interés. Además, de ese modo constituiría un importante recurso turístico y se garantizaría su conservación. Entre los criterios exigidos para formar parte de esa lista podemos destacar su excepcional e indiscutible belleza natural, y el constituir un ecosistema singular de especies autóctonas. Nadie que las haya visitado se atrevería a ponerlo en duda.
Hace tiempo que la ciudadanía viguesa está harta del vilipendio al que pretenden someter a la ciudad de Vigo algunas personas con intereses ajenos o simplemente comandadas por el Gobierno de la Xunta de Galicia o por la ciudad de A Coruña.
La candidata Muñoz, por su parte, tampoco necesita esforzarse para demostrar que la ciudad de Vigo no le importa más allá de la tarea que le ha sido encomendada al darle la «patada para arriba» (más bien para abajo). Y ahora, en esta etapa de candidata al Concello de Vigo, cada vez que habla demuestra su ignorancia con respecto al sentimiento ciudadano, tal que estuviera ubicada en unas arenas movedizas en las que no debiera ni pestañear. A pie de calle, la opinión general, incluso de militantes y simpatizantes del Partido Popular, es que la han embarcado en una aventura sin retorno para quitársela de en medio, y que más le hubiera valido haber dimitido, hubiera sido más digno por su parte. Porque ese nombramiento de Elena Muñoz también es, como ya hemos comentado en otra ocasión, un desprecio a la propia ciudad de Vigo y al candidato por antonomasia, Chema Figueroa.
Está claro que con esta candidata el Partido Popular asume la pérdida de la ciudad más grande y más industrial de Galicia, y las declaraciones de Elena Muñoz sobre las Islas Cíes demuestran, asimismo, que ni conoce Vigo, ni ama a Vigo, ni busca lo mejor para esta ciudad que sigue en marcha a pesar de las zancadillas políticas y económicas de los que en la Xunta de Galicia y en A Coruña dicen trabajar y luchar por el bien de toda Galicia.