Es una edición bilingüe, en español e inglés, primorosamente editado y profusamente ilustrado con numerosas fotografías en blanco y negro y en color.
En ellas se recogen imágenes no sólo de las instalaciones fabriles, sino también estampas de los trabajadores, mayormente mujeres, en el desarrollo de sus tareas laborales así como a la salida de su jornada.
Del mismo modo, se retratan escenas de mariscadoras y pescadores en su medio natural, desarrollando sus faenas extractivas, imágenes de costumbrismo intenso que parecen anegar nuestras pituitarias de arrecendos marinos.
Algunas escenas lo son de miembros de la familia fundadora y otras fotos finalmente de piezas, maquinaria y productos de la misma empresa, tales como envases litografiados o gomas de cierre para enlatados.
El libro se abre con la tabla periódica de los elementos, como blasón del sector de químicas al que la empresa pertenece y se cierra con una greguería de Ramón Gómez de la Serna y una foto de familia.
La Artística tiene un antecedente de la mano de los Hermanos Pumariega en A Coruña en 1890, pero es en Vigo en 1906 cuando se escritura como Sociedad por los Suárez, Salgado y Fadrique, teniendo por actividad la cromotilográfica sobre hojalata, y ahí destacará en la manufactura de hoja de lata, posteriormente incorporará la Fábrica de Gomas.
En 1921 La Artística funda los Talleres Mecánicos Alonarti, dedicados a la producción de maquinaria para la industria conservera, porque la crónica de La Artística es también parte de la historia de la evolución de la industria del mar gallego.
La trayectoria de LA como empresa familiar acaba en 1994 con la adquisición por Schröders del 70% del capital del grupo, en el 1998 Altana compra el resto de las acciones de L.A. La escalada imparable de la internacionalización la llevará mundo adelante a mercados tan variados como el Mercosur, USA o China ya en el 2006, año de la finalización del libro del centenario que comentamos.
Aunque desde el 2001 la nueva planta se ubica en el Polígono da Granxa, en O Porriño, muchos la recordamos en la Avenida Tomás Alonso, entre la Plaza que llamamos de la Industria pero cuyo verdadero nombre lo recibe de Eugenio Fadrique, encarnación o personificación de L.A.
En nuestra retina quedará para siempre, en vecindad a Astilleros Barreras ya camino de la conservera Alfageme y en dirección a Bouzas, la arquitectura industrial de La Artística.
De estos elementos se hizo el paisaje mestizo y semiurbano vigués.