Para estos gobiernos municipales no es importante que la ciudad esté limpia o que el tráfico urbano sea fluido, siendo la gestión clásica de una urbe algo secundario. Lo fundamental para estos políticos es que el mensaje ideológico de su partido quede reflejado en todo lo que gestionan.
Hasta ahora para un concejal de festejos lo prioritario el día 5 de enero era que la cabalgata estuviera bien organizada, saliera a su hora, que los Reyes Magos fueran con buenos trajes, que las carrozas no parecieran cutres y sobre todo que hubiera mucha bolsa de caramelos para tirar a los niños.
Para los gobernantes podemitas lo esencial es cambiarlo todo para que su mensaje quede claro. Ahora los Reyes serán Reinas, irán disfrazados-as de Mago-a Merlín-a y deberán soltar su discurso sobre el cambio climático y la miseria en el mundo.
Le diría a estas personas que me parece muy bien que quieran promover su revolución bolivariana, pero los niños no dejan de ser niños y no tienen la culpa del afán por vendernos su sectarismo galopante.
Les aclararía que la Cabalgata de Reyes es una cosa, el Carnaval otra bien distinta y por último está el desfile del Día del Orgullo Gay.
Nota- Afortunadamente nuestro alcalde Abel Caballero organizó una cabalgata colorista y de calidad, con los juguetes antiguos como fuente de inspiración. Nuestra enhorabuena.