Porque ese tren, el AVE, no es asequible a todos los bolsillos y no es apto para el transporte de mercancías. Sin embargo, el la fiebre del AVE parece contagiosa e imparable y todas las poblaciones sueñan con tenerlo a sus puertas, y la ciudad de Vigo tampoco quiere quedarse al margen y en justicia le corresponde. Pero las últimas noticias no son esperanzadoras. El tren AVE que unirá la ciudad de Vigo con la meseta española llegará con mucha calma. Dicen que para el año 2025. Quizá sea cierto, pero las dudas son razonables teniendo en cuenta los numerosos retrasos a lo largo de las últimas décadas, porque en los años noventa del pasado siglo veinte ya se hablaba de ese adelanto ferroviario. ¿Qué está pasando con Galicia y en particular con la ciudad de Vigo? ¿Por qué tantos frenos a su desarrollo, a sus comunicaciones aéreas, marítimas y ferroviarias? ¿Por qué tanto miedo a la ciudad más grande e industrial de Galicia? ¿Quién o quiénes la envidian? La ciudadanía viguesa no debería quedarse paralizada ante tales vilipendios.