El elevado precio de la luz es una de las consecuencias de la privatización de las empresas eléctricas que se llevó a cabo en su día. Para comprender lo que está ocurriendo es preciso indicar que existen varios tipos de empresas vinculadas con la energía eléctrica: las que producen la energía, las que la transportan, las que la distribuyen, y las que la comercializan.
Antes de 1997 existían unas cuantas empresas que lo abarcaban todo: generación, transporte, distribución y comercialización. Sin embargo, a partir de ese año, mediante la ley de liberalización del sector eléctrico nacional, Ley 54/1997 de 27 de noviembre (https://www.boe.es/buscar/doc.php?id=BOE-A-1997-25340), firmada, por cierto, por el Presidente del Gobierno, José María Aznar López, se permitió que los consumidores pudieran elegir libremente, pero resultó ser un truco de trilero.
Se liberalizó el sector eléctrico bajo el argumento de adaptarse a las directrices marcadas por la Unión Europea y las cosas ya no volvieron a ser como antes. En la actualidad existen diversas empresas generadoras de electricidad y multitud de comercializadoras que ofrecen variadas tarifas, pero no existe escapatoria.
Lo más curioso —-descaradamente sospechoso—- es que desde aquellas fechas hasta el día de hoy ha existido movilidad de excargos políticos a puestos de responsabilidad en empresas energéticas, políticos con nombres y apellidos. La lista empieza por el propio José María Aznar seguido de muchas personas de diferentes partidos, no sólo del Partido Popular: Elena Salgado, Felipe González, Rodolfo Martín-Villa, Miguel Boyer, Narcís Serra, Ángel Acebes, Pío Cabanillas, y muchos más. Los movimientos en sentido contrario, de las privadas a la política, también han existido, pero han sido más contados. Con todo esto queda claro que la mayoría de los políticos —-sin distinción de colores—- arreglan su vida a costa del pueblo. En estos momentos el precio de la energía eléctrica sigue aumentando, sin parar, y no se ponen remedio. ¿Por qué razón no se puede crear una empresa estatal de energía con la finalidad de controlar el mercado energético? ¿Hasta cuándo se va a seguir desangrando económicamente a la ciudadanía, cuál es el límite?