El espectáculo era muy interesante emocionalmente para multitud de personas por la actuación que contenía sobre ballet y música clásica, remitiéndose en dicho folleto al “Moscow State Ballet”, con sus “Estrellas del Teatro Bloshoi» y la “Gran Orquesta Sinfónica”, escenificando la inmortal obra “El Cascanueces” del irrepetible y famoso mùsico Tchaikovsky.
¿Quién no recuerda sus muchas obras musicales, entre ellas “El lago de los Cisnes”, “Romeo y Julieta” y «Obertura 1812»?
Pues bien, una gran parte del público estaba esperando ver y oír la “Gran Orquesta Sinfónica” que anunciaba, engañosamente, la propaganda del folleto distribuido, (teniendo en cuenta la importante cuota de entrada abonada), pero lo único que se pudo OíR, pero NO VER, fue la audición discográfica sincronizada de dicha obra, con los componentes del ballet, exclusivamente.
Los comentarios fueron notorios, preguntándose como puede producirse, públicamente, en un escenario al que asistían sobre dos mil personas, una burla tan clara, derivada de una propaganda engañosa e inadmisible, perseguida y castigada por las leyes vigentes españolas.
Tiene que existir una persona o entidad responsable, que de forma directa e inmediata, pida disculpas y devuelva los importes obtenidos por la incompleta escenificación, para que nunca más se produzca semejante ultraje.