Como en Kung Fu y los siete vampiros de oro, los siete concejales del PP, enfrentados al PSOE, quieren explicar a los vecinos y vecinas de Vigo la extraordinaria inversión de la Xunta de Galicia de Feijoo en la ciudad. Estos poco conocidos políticos locales, que se desgastan a más de tres años vista de poder dar de nuevo la tímida batalla por la alcaldía, echarán las cuentas de los más de dos mil millones de euros en los que cifran las inversiones de los populares, de los que tocamos a seis mil euros por barba. Aún pudiendo ser cierto, en estos momentos suena a la historia aquella de un niño, un pesebre, una estrella, oro, incienso y mirra.
Pero, mira tú por dónde, Caballero, que no acepta más regalos que de los Reyes Magos, se ríe en su feudo de tal nimiedad mientras aprieta el botón del alumbrado de navidad para que sus conciudadanos vivan la ilusión de las fiestas de paz y amor por excelencia, y en las que se ha gastado no menos de cuatrocientos mil euros. ¿Cuánto Feijoo? Ni un euro, seguro. Todo es poco para un Vigo hermoso, por lo que no dudará tampoco en patrullar las calles haciendo gala de su increíble ubicuidad.
Señores políticos, teniendo en cuenta que el partido no se juega a nivel local, no nos agobien mucho en Navidad, ni quiten espacio al neón y las guirnaldas. No le amarguen las fiestas a quienes adoran “qué bello es vivir”, ni a quienes, -como el Grinch- ni les gusta la Navidad, ni mucho menos los políticos, por muy necesarios que puedan ser.