La atleta paralímpica viguesa Susana Rodríguez Gacio ha conseguido la medalla de oro en triatlón, junto a su guía Sara Loehr, en las Paraolimpiadas de Tokio. El titánico esfuerzo de Susana Rodríguez Gacio durante los años previos ha merecido la pena. Precisamente, es necesario incidir en que este logro no ha sido gratuito, sino que detrás de su victoria olímpica ha habido muchas horas de entrenamiento y de sacrificio, muchas horas de preparación física y psicológica, una gran planificación.
VigoE tuvo la oportunidad de conversar con Susana Rodríguez Gacio antes de que su fotografía en la portada de la revista Time hiciera sonar todos los resortes de los medios de comunicación mundiales. Curiosamente, justo al terminar la entrevista “El ejemplo a seguir de una viguesa llamada Susana Rodríguez Gacio”, cuando todavía no nos habíamos despedido y la fotógrafa Sonia Daponte se disponía a completar las fotografías para el reportaje de VigoE, Susana Rodríguez recibió el mensaje de la revista Time para concretar con ella el reportaje que la catapultó a la fama mundial.
En aquella entrevista para VigoE, cuando faltaban muchas semanas para los Juegos Paralímpicos de Tokio, Susana nos comentó cómo era su vida cotidiana, cuáles eran sus aspiraciones deportivas, algunos aspectos de sus quehaceres profesionales como médico, y también nos habló de su familia y de sus amigos de toda la vida. Además, también nos habló de los recuerdos de su colegio, la Escola Rosalía de Castro, de Vigo, que le dedicó hace años el pabellón deportivo. Anecdóticamente, la Escola Rosalía de Castro es un colegio privado concertado y no público, como se dijo en algún medio de comunicación de ámbito nacional, un colegio donde pasó toda su etapa educativa y del que ella se siente muy orgullosa.
La trayectoria de Rodríguez Gacio se resume con el esfuerzo continuo en el terreno académico y en el terreno deportivo a lo largo de toda su vida, desde muy pequeña. Sin olvidar, por supuesto, su esfuerzo personal para superar las dificultades de la falta de visión derivadas de su albinismo. Con un brillante expediente académico en su etapa escolar completó su formación con la diplomatura en Fisioterapia y la licenciatura en Medicina. Sin duda, esta mujer viguesa constituye un gran ejemplo.
La ciudadanía viguesa puede decir con orgullo que Vigo tiene representación de honor en los Juegos Paralímpicos de Tokio, un honor que bien merece el reconocimiento como “Viguesa Distinguida”, tal como proponíamos en la mencionada entrevista de VigoE y que esperamos que se convierta en una realidad.