Estos últimos años, y por razones familiares, he ido conociendo un poco más una tierra hermosa como es A Illa de Arousa, y especialmente la parte sur de la isla que conforma el Parque Natural de Carreirón. Este es una maravilla donde se reúnen bosque, arenales, playas y pequeñas ensenadas.
Y recorriendo con calma su núcleo urbano en la parte norte, me di de bruces con una plaza, situada en la costa opuesta al Porto de Xufre y casi en pleno istmo isleño. Era una plaza desangelada y con mucho cemento llamada Praza do Regueiro. Lo cierto es que la zona llamó mi atención porque su unión con el mar estaba cerrada y cortada a machete, con un muro de piedra más bien moderno. No sé, había algo en aquel lugar que no me cuadraba.
Algún tiempo más tarde y buscando en la red fotos antiguas sobre la isla encontré una donde se veía una bonita ensenada, que terminaba en una pequeña playa donde se varaban unas cuantas pequeñas embarcaciones de pesca (posiblemente dornas). También se veían otras fondeadas a poca distancia en el agua.
Lo peor vino cuando me puse a leer el texto que acompañaba la fotografía. Aquella maravilla se llamaba Praia do Regueiro. Al momento vino a mi mente la plaza desangelada y ‘encementada’ que conocía.
¡No puede ser! Me niego a pensar que ambas zonas con el mismo nombre fueran el mismo espacio. Seguí leyendo unas líneas donde hablaba Xoan Dopico Orjales, autor del libro ‘Historia da Illa de Arousa’ y decía: “En el año 73, cuando llegué a la isla, la zona de O Regueiro era una playa de la que disfrutaban muchos isleños, pero ya contaba entonces con un muro de piedra con una pequeña abertura por donde las embarcaciones accedían a la playa”.
Y continuaba el señor Xoan Dopico: “Durante los años 75-76 se fueron realizando los primeros rellenos de la zona y en los años 80 ya estaba completamente aterrada”. A comienzos de los 80 el Concello isleño solicitó a la Dirección General de Costas el permiso para construir en la nueva plaza (y antigua playa) una Casa da Cultura. Por lo visto en la D.G. de Costas nadie tenía conocimiento de la desaparición de la playa.
Pues bien, la Casa da Cultura se construyó pero con el tiempo se fue viniendo abajo fruto de la mala cimentación del relleno. Así que en los años 90 esta construcción hubo de ser derribada para evitar males mayores. Menciona el Sr. Dopico que “por la noche se podía escuchar cómo el mar se metía por el interior de la (mala) cimentación de la plaza”.
Hoy la Praza do Regueiro (y antigua playa) está siendo remozada para poner unos parterres con un poco de verde y unas flores, unos bancos y farolas de diseño.
No es sólo A Illa de Arousa
Los vigueses que peinamos canas y ya tenemos una edad podemos recordar cómo era toda la zona de costa al sur de las Rías Baixas en los años 60. Y me estoy refiriendo a la zona de Samil, desembocadura del Lagares, playa de O Vao y siguiendo un poco más hacia el sur la zona de Panxón con las Dunas de Gayfar.
Les pediría, queridos lectores, que busquen fotos antiguas de estas zonas y cuando las vean se darán cuenta de lo que hemos hecho (perpetrado más bien) con aquellos paraísos.
¡Ah!, se me olvidaba, enfrente de la playa de O Vao había una pequeña y maravillosa isla llamada Isla de Toralla.
Hoy seguimos maltratando nuestra tierra con construcciones estrambóticas de viviendas (formas y colores), asfaltando/encementando caminos, cerrando leiras con somieres y haciendo cobertizos con bloques y tejadillos ondulados (para no decir la marca). Vayan Vds. al norte de Portugal, a todo la franja cantábrica y no digamos si pasan Vds. a Francia, y verán la diferencia en el paisaje.
Por supuesto desde el poder (y los medios) se nos dirá que estamos construyendo “una Galicia sostible/sostenible/sustentable”.