El pasado dia 3 se inauguró la nueva infraestructura del «Vigo Vertical» en una parte del antiguo boulevard de la Gran Vía viguesa. La estructura comienza en el cruce con Maria Berdiales y llega hasta el de la calle Venezuela.
No se puede decir que el montaje aprobado por Abel Caballero no llame la atención de los viandantes. La llama y mucho, ya que se trata de un conjunto de grandes pórticos acristalados que ocupan todo el ancho del antiguo boulevard. Además del tamaño destaca también por el colorido que completa toda la gama del arco iris.
Sobre este proyecto la ciudadanía ha estado dividida desde el mismo momento de su construcción. Nunca hubo una única opinión, los vigueses no se han puesto de acuerdo al respecto por existir distintos pareceres sobre el proyecto.
Así hay profesionales de la arquitectura como el Sr. Martín Curty que han criticado duramente la obra. Sería interesante conocer la opinión de su organización colegial.
Me gustaría poder revivir la reacción del Alcalde Caballero cuando en su día le presentaron el proyecto con planos e infografías. Debió ser de entusiasmo porque se le ve encantado con su nueva obra.
La opinión del que esto escribe es que las nuevas rampas son funcionalmente válidas, pero el precio pagado a costa de la estética es demasiado alto. Es una buena idea pero mal desarrollada.
Se podría haber hecho de una forma discreta, con un pórtico de ancho lo que ocupa la rampa, pintado en verde «inglés» todo uniforme y dejando la vegetación más o menos como estaba. La función sería la misma pero el destrozo no tendría nada que ver.
El problema es que la discreción no va con nuestro Alcalde.