Falleció el martes pasado en Madrid el periodista Riccardo Erhman a los 92 años. Dicho así es posible que muy pocos sepan quién venía siendo este señor. Concretando un poco más, diremos que Erhman era un periodista italiano (de origen judío polaco) de la agencia Ansa, que el 9 de noviembre de 1989 estaba trabajando como corresponsal en Berlín Oriental.
Ese día Ehrman estaba presente en la rueda de prensa, que el portavoz alemán-oriental Günther Schabowski estaba dando sobre el borrador de una ley de viajes que se había anunciado. Días antes había tenido lugar una gran manifestación en Berlín Este, donde miles de alemanes pidieron libertad para poder cruzar el muro libremente.
Erhman había llegado un poco tarde al acto y se tuvo que sentar en una esquina de la tribuna de la mesa de autoridades. El periodista italiano contó más tarde, que en realidad, la nueva ley de viajes no cambiaba prácticamente nada las restricciones que sufrían los germano orientales cuando querían desplazarse.
Esta ley venía a decir que se podría viajar, pero antes sería preciso obtener el pasaporte, y eso era un trámite de seis de semanas… si te lo concedían. Pero esta información estaba en la segunda página de los papeles del portavoz, y éste no había acudido a la reunión donde se había aprobado. Luego se comprobó que Schabowski se había ido a la rueda de prensa sin haber leído los papeles.
Así, en la primera página del texto legislativo decía que se podría viajar a la RFA sin visado de vuelta. Entonces fue cuando el corresponsal Erhman preguntó al portavoz: «¿Es válido para Berlín Oriental?». Le respondió que sí. Preguntó de nuevo: «¿no hará falta pasaporte?», y la respuesta fue «no, bastaría con la tarjeta de identidad». Su tercera pregunta fue: «¿desde cuándo?», y el portavoz contestó: «No está escrito, pero seguramente desde este momento».
Fue entonces cuando Riccardo Erhman entendió que el Muro de Berlín había caído, y se lanzó raudo al teléfono y al télex para dar la noticia a su agencia. La respuesta desde Roma fue que «Riccardo se ha vuelto loco», porque nadie daba crédito a lo sucedido.
Pero la noticia ya se había corrido por todo Berlín y miles de alemanes ya se apostaban en los controles de paso para cruzar hacia el oeste. El resto ya es de sobra conocido, el muro caía fisicamente horas después y al poco tiempo se producía la unificación de las dos Alemanias.
Por tanto, sirvan estas líneas de pequeño homenaje al periodista Riccardo Erhman, que con sus preguntas aceleró la desaparición en Berlín del «Telón de Acero».