Hace pocas fechas una sentencia del Juzgado de lo Contencioso-administrativo número 1 de Vigo anuló la expropiación de las viviendas de los números 10 y 11 de la Praza da Igrexa (en frente de la Concatedral/Basílica de Sta. María), porque «el fin era incompatible con el Plan Especial de Protección y Reforma Interior (PEPRI) del Casco Vello, que contempla un uso diferenciado e individualizado de estos inmuebles», según noticia recogida en este diario.
Dichas construcciones (de las seis que forman el conjunto) son parte de la rehabilitación programada desde el Concello para adecentar la zona del atrio de la Colegiata.
El proyecto ganador del concurso de esta rehabilitación fue para Javier Couto Granja y lleva el nombre de ‘Mutante’. Sobre su edificio el arquitecto vencedor habla de «una propuesta se enraíza en los límites, entendiendo la vocación del edificio como foco de concentración de nuevas relaciones humanas que difuminen nuevamente lo individual respecto de lo colectivo, mutando el modo de implantarse las edificaciones en el tejido urbano».
En cuanto a la función de la construcción el autor lo ve como «un foco de actividad social y pública en el Casco Vello». Concretando un poco más lo concibe como «un edificio convertido en centro multifuncional entre lo público, la plaza y lo puramente privado. En su interior se podrá modificar su función según las necesidades en cada momento, ya que las dimensiones de los espacios interiores se pueden variar para cada uso».
Pero se da el caso que en uno de los edificios afectados, concretamente en el bajo del número 10 existe, desde hace años, un negocio de alimentación. En septiembre de 2020 el alcalde, Abel Caballero, declaró al respecto: «Intentaremos buscar una solución», pero también expresó a continuación que «con o sin acuerdo se va a expropiar».
Pues bien, ha habido un juez que no ha estado de acuerdo con esta última expresión y ha anulado, mediante sentencia, dicha expropiación. ¿Y qué pasará ahora? Pues que el señor alcalde donde dijo digo debe decir Diego, y la solución que se ha encontrado es que el proyecto se divida en dos fases, rehabilitando primero los otros cuatro edificios y el 10 y el 11 se dejan para más adelante.
Y metiéndonos más en harina respecto a este proyecto desde esta tribuna no queremos dejar de aportar una sugerencia. Lo de incrustar edificios públicos en zonas degradadas del Casco Vello creemos que es algo acertado, porque aportan flujos de gente en horario laboral en zonas algo desertizadas durante el día.
No es el caso de la plaza/atrio de Santa Maria porque la zona tiene actividad desde primeras horas de la mañana. De ahí que nuestra sugerencia sería (más bien hubiera sido) que en lugar de proyectar un edificio público sin función definida, se podrían rehabilitar las construcciones en cuestión convirtiéndolas en viviendas particulares, con los diseños que se han utilizado en otras zonas del mismo barrio.
También sabemos que el proyecto ‘Mutante’ va a seguir adelante porque es voluntad de nuestro alcalde, pero desde nuestro diario, gustamos de elaborar siempre una crítica constructiva y de aportar posibles soluciones a los problemas de esta ciudad.
Ya sabemos que lo de variar los proyectos de don Abel es misión imposible pero a veces nos gusta disfrazarnos de Tom Cruise.