Durante años, el Consorcio de la Zona Franca de Vigo estuvo existiendo como un ente al margen de la ciudad. Sin embargo, desde que David Regades se hizo cargo de su gestión, la entidad se ha integrado totalmente en el desarrollo de la ciudad, impulsando numerosos frentes de cooperación con el Concello de Vigo, con la Deputación de Pontevedra, con el tejido industrial del entorno, con la Universidade de Vigo, e incluso promoviendo la puesta en marcha y desarrollo de numerosos emprendimientos de distintos niveles.
En la actualidad, el Consorcio de la Zona Franca de Vigo está promoviendo la puesta en marcha de una fábrica de componentes fotónicos en las antiguas instalaciones del Centro Informático de la extinta Caja de Ahorros Municipal de Vigo, ahora de su propiedad. Sin embargo, los presupuestos para el próximo año, que contemplan importantes partidas para diferentes actividades de la Zona Franca, han metido un palo en la rueda al ambicioso proyecto, que no podrá comenzar antes del año 2024. Se trata de un incomprensible revés para la automoción del sur de Galicia que necesita, cada vez con mayor urgencia, el suministro de componentes de alta tecnología electrónica.
El proyecto, que promueve el Consorcio de la Zona Franca de Vigo en estrecha colaboración con la Universidade de Vigo, y que con el tiempo terminará siendo una realidad tangible, constituirá la primera fábrica de componentes fotónicos del sur de Europa y ya cuenta con inversores privados. Es una lástima que de momento se haya quedado en el tintero. Pero de ningún modo le resta méritos al actual gerente de la Zona Franca, David Regades, cuya impronta durante estos años de gestión es de sobra notoria y digna de agradecer por la ciudad de Vigo.