Una de las actuaciones más singulares realizadas bajo el mandato de Abel Caballero es el ascensor de la calle Juan Ramón Jiménez, entre la calle Menéndez Pelayo y la avenida de las Camelias. El Partido Popular solamente fue capaz de colocar la primera piedra de unas escaleras que luego se perdieron en el olvido municipal, pero no en la memoria de la ciudadanía. Durante muchos años, el enorme terraplén de la calle Juan Ramón Jiménez fue un auténtico estercolero, una escombrera llena de silvas y alimañas, sin que ninguna autoridad municipal se tomara la molestia de remediarlo. El Partido Popular olvidó aquella primera piedra que colocó al ritmo de gaitas y tambores, e hizo caso omiso a las reclamaciones de los vecinos. Tuvo que ser el Partido Socialista, con Abel Caballero al frente, el que retomara un proyecto muy necesario, pero inacabado hasta ahora.
Hoy, domingo veinticinco de octubre de dos mil quince, se ha inaugurado un moderno ascensor diseñado y construido en la ciudad de Vigo; tecnología viguesa para una actuación urbanística brillante. El ascensor facilitará la comunicación del entorno y, sobre todo, le dará vida a una calle Menéndez Pelayo que ha sido humanizada, también, por el gobierno municipal del Partido Socialista, algo que ha sido reclamado durante mucho tiempo y que ahora celebra el vecindario. Un acierto que seguramente irá unido a otras actuaciones similares, encaminadas para construir una ciudad más humana, encaminadas para conseguir un Vigo sin barreras.
Una de las actuaciones más singulares realizadas bajo el mandato de Abel Caballero es el ascensor de la calle Juan Ramón Jiménez, entre la calle Menéndez Pelayo y la avenida de las Camelias. El Partido Popular solamente fue capaz de colocar la primera piedra de unas escaleras que luego se perdieron en el olvido municipal, pero no en la memoria de la ciudadanía. Durante muchos años, el enorme terraplén de la calle Juan Ramón Jiménez fue un auténtico estercolero, una escombrera llena de silvas y alimañas, sin que ninguna autoridad municipal se tomara la molestia de remediarlo. El Partido Popular olvidó aquella primera piedra que colocó al ritmo de gaitas y tambores, e hizo caso omiso a las reclamaciones de los vecinos. Tuvo que ser el Partido Socialista, con Abel Caballero al frente, el que retomara un proyecto muy necesario, pero inacabado hasta ahora.
Hoy, domingo veinticinco de octubre de dos mil quince, se ha inaugurado un moderno ascensor diseñado y construido en la ciudad de Vigo; tecnología viguesa para una actuación urbanística brillante. El ascensor facilitará la comunicación del entorno y, sobre todo, le dará vida a una calle Menéndez Pelayo que ha sido humanizada, también, por el gobierno municipal del Partido Socialista, algo que ha sido reclamado durante mucho tiempo y que ahora celebra el vecindario. Un acierto que seguramente irá unido a otras actuaciones similares, encaminadas para construir una ciudad más humana, encaminadas para conseguir un Vigo sin barreras.