Es difícil sustraerse a lo que está en todos los medios y es la polémica por las declaraciones de un ministro del Gobierno de España a un diario inglés. Ministro, por cierto, al que no se conoce actividad laboral alguna en su CV.
En esas declaraciones el ministro español ponía en tela de juicio la calidad de la carne española de producción no extensiva. Si un ciudadano medio británico lee ese artículo lo que saca en limpio es que la carne procedente de España es de dudosa calidad, y por tanto en el supermercado elegirá una vianda que no proceda de nuestro país.
Hay que precisar que ese concepto de macrogranja de más de 10.000 cabezas de vacuno no existe en España. Ese modelo es más propio de USA/Canadá o de algunos países sudamericanos como puede ser Brasil.
Por otra parte si en España se diera el caso de que existieran granjas de cualquier especie que contaminen el medio y fueran un problema para la salud pública (o el bienestar animal), eso sería competencia de la consellería de Agricultura de la zona donde se encuentre. Los inspectores veterinarios pasarían inspección a esos establecimientos, y si se detectaran deficiencias daría lugar a la sanción correspondiente y remodelación o cierre de la granja. Y aquí Paz y después Gloria.
Hay que decir que en España el sector de la producción cárnica mueve sobre 100.000 empleos y producimos productos de calidad que exportamos a todo el mundo.
Entonces, ¿qué fue lo que movió al ministro a declarar a un medio extranjero algo que va claramente contra este sector industrial de nuestro país?
Pues se admiten apuestas. Una primera teoría diría que el ministro Alberto tiene un ministerio de la Srta. Pepis apenas sin competencias, por lo que se aburre como una ostra. Otra segunda podría decir que como el ministro es de ideología comunista y se cree con derecho a opinar sobre cosas que desconoce. Y una tercera enunciaría que lo que quiere es despejar el terreno para los megamilloniarios USA que nos quieren endosar la nueva carne sintética que ellos no piensan consumir.
Pero lo que más me sorprendió de este señor, Alberto de nombre, es la foto que se hizo cocinando en su casa y vistiendo la chaqueta del chandal de los deportistas de la RDA (antigua Alemania del Este), de un país que desapareció en 1989.
Alberto, con esa indumentaria, nos quería transmitir que él apoyaba en su día la ideología comunista de la Alemania Oriental. La RDA tenía una población de 16M de personas, a los que no se les permitía pasar a los países de Occidente.
Es decir que el tal Alberto veía bien la macrogranja (tipo soviética) donde estaban estabulados esos millones de alemanes, pero se nos pone exquisito por unos pollos o currichos que, aquí en la piel de toro, puedan estar más o menos apretados.
Me imagino a muchos españoles que viven de la industria cárnica diciéndole al ministro, lo que aquella vez dijo el Emérito, y es Alberto, ¿por qué no te callas?