Este edificio es una barbaridad urbanística en la ciudad de Vigo. Es uno de tantos ejemplos de una época en la que se permitía casi todo, desde la destrucción de importantes edificios, que aún están vivos en el recuerdo, hasta la construcción con alturas superiores a lo establecido en la normativa provocando calles estrechas y oscuras, contribuyendo a que el perfil de la ciudad sea caótico; basta observarlo desde la distancia, en el mar.
Cuando en 1981 el direcrtor Wolfgang Petersen filmó su película “Das Boot” (El submarino), basada en hechos reales, ocurrió algo que no constituye, precisamente, un orgullo para la ciudad de Vigo. La historia de la película acontece en 1941, durante la Segunda Guerra Mundial, cuando un submarino alemán parte de La Rochelle (Francia) para patrullar el Atlántico. En un determinado momento entra en la bahía de Vigo para abastecerse y luego prosigue su misión. Sin embargo, Wolfgang Petersen tuvo que filmar la escena nocturna en la ciudad de Nápoles porque el perfil de la ciudad de Vigo en los años ochenta, incluso de noche, no tenía nada que ver con respecto al Vigo de los años cuarenta.
Se concluye que el urbanismo de Vigo no se ha caracterizado, durante muchas décadas, por respetar las normas urbanísticas, la lógica, y la razón.