Uno de los puertos de abrigo más seguros del sur de Europa y una de las ciudades más cosmopolítas de Galicia, siempre vinculada al mar y a sus que haceres, desde los tiempos de la Antigua Roma.
Conservas Alfageme se hicieron famosas por su marca comercial, MIAU, hasta que el márquetin las desplazó del mercado internacional.
No me explico el alboroto de algunas gentes que ahora se oponen a la instalación de uno de sus símbolos más emblemáticos en una céntrica plaza de la ciudad.
Después de muchas polémicas y algunas zancadillas, el alcalde de Vigo Abel Caballero, ha decidido emplazar el barco de nombre Alfageme, al igual que una de las grandes factorías conserveras que llevaron el nombre de Vigo al resto del mundo, en una rotonda del barrio de Coya.
Y para sorpresa de vecinos y no vecinos una serie de grupos organizados, de muy distintas siglas políticas crea un frente de rechazo sin que se alcance a entender a que viene tanta alaraca.
El barco Alfageme no sólo es un símbolo de la pesca y de las conservas de Vigo, es un barco fabricado en los astilleros vigueses de Hijos de J. Barreras y una muestra del buen hacer de los trabajadores del metal de la ciudad del olivo.
Un barco que rinde homenaje a la ciudad de Vigo
Forma parte de una serie de barcos pesqueros fabricados en Vigo de la llamada Standard Barreras y es por lo tanto representativo de la industria naval gallega.
Se quiso dedicar en su día a museo en tierra, pero se descartó la idea, después se le quiso vincular al Museo do Mar de Vigo, pero la institución rechazó la idea, al final se decidió exhibirlo como monumento a la memoria de la ciudad y su vinculación con la pesca, la conserva y la construcción naval.
Son muchas las ciudades marineras del planeta, en las que se exhiben los barcos como monumentos, en el Estado español, el más famoso es el barco de «Chanquete» en Nerja, o el pesquero de Getxo, en Euskadi, por citar algunos.
Pero es que en el caso del barco Alfageme de Vigo, el monumento reune más de cuatro valores vitales de la ciudad, dignos de ser ensalzados en un solo objeto: La pesca, la conserva, la industria naval y las mujeres y hombres que participaron en todos esos procesos a lo largo de la historia de Vigo y de Galicia.
Toda la polémica desatada en torno a este barco, sólo puede ser atribuida la mezquindad, al partidismo, la ceguera de los odios y las envidias de aquellos que no saben ver a su ciudad como la suma de voluntades individuales que construyen Vigo día a día, sin preguntar a nadie de donde ha venido.
Cuando se instaló «El sireno» en la Puerta del Sol de la ciudad, también fueron muchos los críticos y hoy se ha convertido en un referente inconfundible de la ciudad.
Mis felicitaciones a mi buen amigo y mejor Alcalde, Abel Caballero, Vigo ya tiene un monumento en el que se rinde homenaje a sus gentes de la industria Conservera, Pesquera y Naval, que han hecho de Vigo una gran ciudad.
ARTÍCULO ORIGINAL EN EL BLOG DE GONZALO ÁLVAREZ