Para una ciudad, acoger un Mundial de fútbol es un acontecimiento histórico, fantástico y único. Es una oportunidad de oro de proyectarla internacionalmente, darle un importante impulso dotacional, y no solo al estadio que acoge los partidos, sino a la propia ciudad y su área de influencia.
Oficialmente, se nos ha dicho desde un principio que Galicia sólo podía tener una sede. No entiendo cómo varias comunidades autónomas han logrado dos sedes, como el País Vasco, una comunidad pequeña como Galicia, pero que es representada ya por Anoeta y San Mamés.
La sede gallega elegida, Riazor, necesita 102 millones de euros para su reforma, lo cual implica una remodelación casi completa del estadio. Incluso hay sedes que se han elegido sobre los planos, partiendo de cero, como la nueva Romareda. Francamente, no creo que Balaídos esté tan mal como para quedar excluida del Mundial. Además, Vigo es una ciudad prácticamente transfronteriza con Portugal y que ya ha sido sede del Mundial de 1982.
Acaba de finalizar la Eurocopa, organizada por organismos internacionales, como la UEFA y la FIFA, Berlín solo aportaba un estadio, y el resto, diez ciudades alemanas más. Es decir, once ciudades, once sedes. En este sentido, no sé por qué Madrid y Barcelona tienen dos estadios como sedes, cuando con el Bernabéu y el Nou Camp estas ciudades ya están más que representadas. ¿Por qué tiene que ser sede el estadio del Español y Balaídos no? Insisto, lo razonable es once ciudades, once sedes, para promocionar y representar al mayor número de urbes posible. Y recuerdo que el Mundial lo organiza la FIFA, el mismo organismo internacional que organizó la pasada Eurocopa. Lo lógico es que se sigan los mismos criterios.
Lo lamento mucho, pero creo que las sedes españolas han sido elegidas políticamente, no atendiendo a criterios técnicos en absoluto, como se nos está vendiendo. Es una tesis que no se sustenta, que no tiene peso específico, ni argumentos, ni sentido común para tomar decisiones tan importantes en conformidad a ella. Y la Federación Española de Fútbol y la Federación Gallega de Louzán pueden decir misa.
Estando así las cosas, y ya que se nos está faltando a la verdad, esto tiene que ser aclarado con suma urgencia. Y, por tanto, y desde luego, políticamente hablando. Ni que decir tiene que esta semana los políticos tienen que dar muchas explicaciones, incluso en el Congreso de los Diputados y en el Parlamento de Galicia, dada la trascendencia y la gravedad de esta cuestión, que tiene necesariamente que ser aclarada, más que nunca, con luz y taquígrafos.
Marcelino López Martínez-Morás.
36074976M
Vigo.