Este panel, situado en la entrada de la estación del tren de Urzaiz, en la ciudad de Vigo, anuncia la alta velocidad bajo las letras de Adif. Sin embargo, la ciudad de Vigo, la más grande e industrial de Galicia, todavía tardará muchos años en ver llegar ese tren de alta velocidad real que permitirá viajar a Madrid en pocas horas.
Todos son promesas y todo son excusas para que esa modalidad de viaje vaya retrasándose. Cierto que los viajes en tren han mejorado notablemente en las últimas décadas. Ya han quedado en la memoria, casi olvidados, aquellos trenes que tardaban más de tres horas en llegar a la Coruña, aquellos ferrobuses ruidosos e incómodos. En la actualidad puede realizarse el mismo trayecto en poco más de una hora y con gran comodidad. Las cosas han mejorado, es cierto. Sin embargo, no es lógico que los vigueses tengan que desplazarse a otras ciudades para coger el enlace de un tren de alta velocidad con Madrid. Y tampoco es razonable que otras poblaciones del sur de Galicia con menor entidad industrial y comercial consigan ese enlace antes que la ciudad de Vigo.
Lo más razonable sería el enlace directo, posiblemente con Cerdedo. Y la Xunta de Galicia, en manos del Partido Popular, si realmente desea potenciar la industria y el comercio del sur de Galicia, debería apostar decididamente por una solución que permita el enlace directo entre Vigo y Madrid con alta velocidad. Por eso resulta insultante ese monolito de Adif que anuncia la alta velocidad.