En mi opinión, es preciso resaltar, una vez más, las importantes contribuciones que está realizando el Consorcio de la Zona Franca a la ciudad de Vigo y su entorno, así como las excelentes relaciones con todas las instituciones del área. Nunca había existido semejante sintonía.
En esas líneas de actuación destacan multitud de iniciativas de todo tipo. Una de ellas es la posible ubicación de varias facultades universitarias de la Universidad de Vigo en el complejo de la rúa López Mora, el que antaño albergó el centro de datos de la añorada y extinta Caixanova.
De confirmarse el traslado de esas facultades, todo el entorno se vería beneficiado, y junto con las demás escuelas universitarias conformaría un campus muy necesario dentro del propio casco urbano. Los estudiantes, por su parte, también se verían beneficiados por la cercanía y por la multitud de servicios existentes.
El complejo de edificios albergan multitud de espaciosos y luminosos despachos y salas de trabajo, provistos todos ellos con una espléndida instalación tecnológica y con una red de cableado bajo los suelos. Cuando estaba en uso, el edificio principal contaba, además, con sofisticados sistemas de seguridad para el acceso al edificio y a sus diferentes departamentos que, de convertirse en facultad, quizá no tendrían sentido.
Los enormes sótanos del edificio albergan unos modernos y sofisticados sistemas de alimentación ininterrumpida capaces de mantener activos los equipos informáticos durante una posible falta de suministro eléctrico. En sus tiempos de esplendor, incluso la zona de mantenimiento estaba perfectamente ordenada e impoluta, y lo que parece un estanque frente a la puerta principal es, en realidad, un sistema de refrigeración perfectamente camuflado. En mi opinión, la colaboración de la Zona Franca con la Universidad de Vigo será un acierto pleno.