Este 30 de junio se celebra el Día Mundial de las Redes Sociales, un día que invita a reflexionar sobre el uso seguro de estas plataformas digitales para que podamos disfrutar de todas sus ventajas sin ser víctimas de estafas o ciberataques. También cabe destacar el uso responsable de las mismas sin consecuencias para la salud.
Las redes sociales nos permiten crear vínculos personales o laborales a distancia de una manera rápida y efectiva. A día de hoy, se han convertido en una parte fundamental de la vida de los jóvenes y adultos, permitiéndoles estar conectados con amigos y familiares de una manera inmediata y continua. Sin embargo, el uso excesivo de estas plataformas cada vez está generando más problemas en el desarrollo social y emocional de la población, así como una mayor fragilidad a peligros como el acoso cibernético o la exposición a contenidos inapropiados.
Desde que nos despertamos hasta que nos dormimos, gran parte de lo que hacemos se enmarca dentro del mundo digital. Pasamos casi la mitad de nuestras horas de vigilia pegados a las pantallas para interactuar a través de las redes sociales. Sin darnos cuenta, descuidamos a las personas que tenemos delante y nos perdemos muchas experiencias valiosas de la vida.
La responsable de esta dependencia es la dopamina de nuestro cerebro. Al recibir likes, comentarios o ver videos divertidos, se libera este neurotransmisor asociado a la sensación de placer y recompensa. Una activación que nos impulsa a una búsqueda constante de más y más interacción y que, sin darnos cuenta, nos acaba enganchando como una droga hasta ser difícil de controlar.
Además, expertos en neurociencia añaden otros efectos nocivos del uso desmedido de la tecnología, como el déficit de atención, el aislamiento social, el deterioro de la inteligencia emocional, y problemas para conciliar el sueño.
De acuerdo con el Informe Global Digital 2024, el promedio mundial de tiempo de pantalla conectado a Internet sigue en aumento; ya es de más de un cuarto de nuestro día, aunque en determinados casos puede ser más. La dependencia a los dispositivos electrónicos es un problema real que pone en peligro nuestro bienestar y por el que es necesario tomar medidas. El “mindful screen time”, por ejemplo, es una forma de conocer si nuestro tiempo de pantalla está descontrolado y nos invita a marcar unos horarios y fijar unos hábitos saludables. Es importante recurrir a las técnicas que nos ofrecen los dispositivos y optar por un consumo consciente y responsable.
Las redes sociales nos resultan útiles y hasta imprescindibles para nuestra vida, pero hay que manejarlas con cuidado. Por ello, es importante encontrar un equilibrio. El hecho de fijar un tiempo y horario concreto cada día en cada aplicación, hace que el uso de las mismas sea de mayor calidad, además nos permite planificar el tiempo restante en actividades alternativas beneficiosas para nuestra calidad de vida como salir a pasear, hacer deporte, leer o pasar tiempo con los nuestros.