Cuáles son las causas de este trastorno y qué hacer al respecto:
Los problemas del tracto urinario inferior son, por desgracia, un fenómeno muy extendido, que a menudo se traduce en recurrencias continuas y muy debilitantes. Afortunadamente, pueden tratarse eficazmente, pero es importante intervenir de inmediato y, por ello, hay que reconocer los síntomas.
Uno de los más comunes, aunque no siempre presente, es la sensación de dolor al orinar. El ardor o dolor al orinar suele deberse a una infección en curso de la uretra o la vejiga.
Las causas de este síntoma pueden ser muchas, entre ellas la cistitis, una inflamación de la vejiga muy común, sobre todo entre las mujeres, que afecta negativamente a la calidad de vida de quienes la padecen. La desafortunada reputación de este trastorno es tal que existen numerosos blogs dedicados al problema, como bien se puede comprobar leyendo, por ejemplo, los consejos de Dimann.com para quitar la cistitis inmediatamente, basados en la eficacia de la D-manosa, una solución natural válida.
En este artículo vamos a profundizar en este tema, explicando cuáles pueden ser las causas del dolor al orinar, cuándo debemos preocuparnos más, cuándo es necesario acudir al médico y cuándo.
Causas del ardor al orinar
Las causas más comunes del ardor o dolor al orinar suelen estar relacionadas con una infección de la vejiga (causante de la dolorosa inflamación llamada cistitis, ya mencionada en las primeras líneas), o una infección de la uretra, afecciones a veces relacionadas con la transmisión sexual.
En algunas situaciones, la dieta también puede influir en la sensación de ardor en la zona íntima. La ingesta de ciertos alimentos ácidos, como los cítricos, y de determinadas bebidas, como el alcohol, el café y el té, puede irritar las vías urinarias bajas.
¿En qué casos debo acudir al médico?
No cabe duda de que es muy importante ponerse rápidamente en contacto con el médico, sobre todo cuando aparecen determinados síntomas que pueden causar especial preocupación, como fiebre, náuseas y vómitos, dolor de espalda o de cadera, pero también cuando hay recurrencias.
Las personas que muestren estos signos de alarma o presenten síntomas especialmente molestos deben consultar al médico en un par de días.
La mayor urgencia en consultar al médico se da en los casos asociados a trastornos del sistema inmunitario y en las mujeres embarazadas. Ambas categorías deben consultar al médico en el mismo día si experimentan dolor o ardor al orinar.
¿Qué puede hacer el médico?
El médico comienza la evaluación del paciente recabando información detallada sobre sus síntomas y antecedentes médicos, lo que se conoce como historia clínica, que incluye preguntas sobre experiencias pasadas de enfermedades o problemas similares, así como sobre los síntomas actuales. Una vez recopilada esta información, el médico realiza un examen físico para evaluar el estado del paciente.
Durante la consulta, el médico puede preguntar si la orina presenta anomalías como sangre, turbidez o mal olor, si hay secreciones, si ha habido recientemente relaciones sexuales sin protección, el uso de irritantes en los genitales o si se ha insertado recientemente una sonda vesical o se han realizado otros procedimientos urinarios. Además, en el caso de las mujeres, puede ser importante comprobar la posibilidad de embarazo.
Con los datos recogidos, el médico puede identificar la causa del dolor y prescribir el tratamiento más adecuado para su paciente. También puede recetar medicamentos para aliviar los síntomas de la infección. A veces, sin embargo, también puede decidir solicitar más pruebas si lo considera necesario.
Por ejemplo, para identificar las bacterias responsables de una infección urinaria, como la cistitis recurrente, puede solicitar un «urinocultivo». Esta prueba consiste en cultivar una muestra de orina en el laboratorio para determinar qué bacterias están presentes y comprobar su sensibilidad a los antibióticos, facilitando así la elección del tratamiento más eficaz.
Conclusiones
A menudo, la causa del dolor que se experimenta al orinar es una infección y, por lo general, los antibióticos pueden resolver el problema en pocos días.
Insistimos en lo importante que es, incluso en el caso de molestias caracterizadas por síntomas leves, acudir al médico lo antes posible, sin descuidar la inflamación en curso, ya que, si no se trata a tiempo, podría dar lugar a complicaciones más graves, como recurrencias frecuentes o incluso infecciones renales.
Siempre es aconsejable no posponer la visita al médico, para prevenir posibles complicaciones y mejorar el estado clínico resolviendo la afección lo antes posible.