El comienzo de un nuevo año suele venir acompañado de un gran optimismo y definición de objetivos que cumplir durante el mismo. No obstante, la mayoría de ellos acaban siendo abandonados durante el primer trimestre y uno de los motivos es la falta de concentración. Vivimos en un estrés permanente donde nos obligamos a hacer dos, tres y hasta cuatro cosas a la vez y, en definitiva, no atendemos a nada.
La concentración consiste en el ejercicio de fijar nuestra atención plena en un objeto o tarea por un espacio determinado de tiempo. Esto implica un esfuerzo para omitir a los distractores, situados mayoritariamente en nuestro cerebro. Ese parloteo mental que hace que nos desviemos de lo que estamos haciendo cada dos por tres.
El cerebro al igual que el cuerpo se entrena y precisamente se pueden realizar una serie de ejercicios para fortalecer la concentración y memoria:
La meditación es útil para enfocar la mente. El hecho de permanecer durante 10 o 15 minutos en silencio, atendiendo únicamente a la respiración, reduce el estrés, mejora la memoria y aumenta la capacidad de concentración. Es importante realizarlo de manera diaria para que funcione.
Caminar es uno de los ejercicios más saludables, pues además de favorecer el organismo, disfrutar del aire libre y desconectar, ayuda a memorizar el lugar donde te encuentras o a al destino que quieres ir y reforzar la memoria.
Realizar rompecabezas o puzles, junto con los juegos de mesa como el ajedrez o el dominó, son una excelente terapia de concentración donde se reflexiona de forma constante y se trabaja la lógica.
También los pasatiempos como las sopas de letras, crucigramas o sudokus son un entretenimiento que ayuda a potenciar la memoria, atención y concentración. Además, estos son una excelente medicina para frenar el deterioro cognitivo asociado con la edad.
Romper con la rutina es fundamental para afrontar mejor la jornada académica o laboral. Los pequeños descansos y tiempo de ocio en medio de esta ayudan al cerebro para que no se sature, se recupere y su concentración pueda seguir activa.
La alimentación también es importante. Una dieta sana y alimentos como las nueces, dátiles, semillas, avena, aguacate, arándonos… mejoran la memoria y concentración.
Estas son algunas claves y ejercicios para focalizar tu atención y conseguir con éxito tus objetivos, así que antes de marcar una generosa lista de propósitos para el nuevo año y evitar caer en el abismo, lo ideal es enfocarse en entrenar el motor para centrarse en un solo objetivo y salir victorioso.