Desde el mostrador de nuestra farmacia tenemos una buena perspectiva de la información que tenéis acerca de cada tema, hay asuntos sobre los que vemos que estáis muy bien informados, pues basta tener una pequeña conversación para darse cuenta de quién sabe de lo que habla, máxime cuando tienes un conocimiento profundo sobre ese tema determinado.
En el caso del Virus del Papiloma Humano, sintiéndolo mucho, tenemos que decir que no. Salvando contadas excepciones la sociedad está bastante mal informada, por eso queremos con este artículo romper algunas ideas preconcebidas que circulan sobre este tema y tratar de poner algún punto sobre alguna i:
Empezamos:
Comenzaremos por definir el VPH (virus del papiloma humano) como la enfermedad de transmisión sexual más común.
Hay más de 100 tipos de VPH, de los que al menos 13 son oncogénicos (también conocidos como de alto riesgo).
Estos virus son muy comunes, la mayor parte de los hombres y mujeres nos veremos infectados por alguno de estos virus en algún momento de nuestras vidas. Se trata de virus que viven en la piel, por lo que no se detectan en ningún análisis y es muy común que una persona pueda estar infectada y no lo sepa, lo que la convierte en un potencial transmisor.
Dos de esos tipos de virus, el 16 y el 18 son los causantes del 70% de los cánceres de cuello uterino. Primero crean unas lesiones “precancerosas” que con el tiempo de convierten en un tumor.
El cáncer de cuello de útero es el segundo tipo de cáncer más frecuente en las mujeres de las regiones menos desarrolladas (hablamos de mujeres que no tienen acceso a las herramientas de prevención más elementales que tenemos en nuestra sociedad, empezando por la revisión ginecológica).
Según los datos de la OMS más de un cuarto de millón de mujeres mueren cada año por esta causa, y más del 85% de estas muertes se producen en países de ingresos bajos y medianos.
También hay estudios que demuestran la relación de los VPH con los cánceres de ano, vulva, vagina y pene. Además pueden causar cáncer en la parte de atrás de la garganta, en la base de la lengua y las amígdalas (llamado cáncer orofaringeo).
Una vez puestos en contexto
¿Qué podemos hacer para prevenir la más que posible infección de VPH?
Podemos ser castos y puros para evitar exponernos al virus, pero dado que ya hay instituciones que llevan miles de años sugiriendo esa estrategia, e invirtiendo muchos recursos en promoverla, y no parece haberles funcionado, vamos a dirigir nuestra atención a políticas un poco más realistas. Además aquí somos más partidarios de dejar libertad a cada cual en esto del amor por lo que mejor nos centrarnos en las otras herramientas de las que disponemos para prevenir la infección por Virus del Papiloma Humano, que son básicamente dos:
El preservativo
No es por que los vendamos aquí pero el preservativo es la herramienta más importante para combatir la mayoría de las enfermedades de transmisión sexual. En el caso concreto de los VPH su efectividad se ve más reducida pues el preservativo no cubre el 100% de la superficie. Y en cuanto hay contacto con piel o mucosa puede haber contagio.
La vacuna
Es la mejor prevención contra los VPH. Las dos que hay en el mercado Incluyen ciertos tipos de virus (entre ellos el 16 y el 18) y son muy eficaces y seguras frente a esos tipos.
El momento ideal para su administración es antes del inicio de las relaciones sexuales y se puede administrar tanto a niños como a niñas. España sigue las directrices de la OMS, que recomienda vacunar a todas las niñas entre nueve y trece años, pues consideran que es la medida de salud pública más recomendable, teniendo en cuenta el coste económico que supone para los sistemas de salud su administración a toda la población y la incidencia en la misma del cáncer de cuello de útero.
Esto no quiere decir que los niños no deban ser vacunados, al contrario, cada vez somos más las que pensamos que se debe incluir a los niños que, por una infección de VPH, podrían llegar a sufrir un cáncer de pene, de ano u orofarineo a lo largo de su vida.