La música cumple una función de vital importancia en el desarrollo cognitivo del ser humano, pero más allá de esto, se trata de una manifestación artística donde se expresan sentimientos y emociones y, si hablamos de un arte ancestral como el flamenco, no se puede negar su capacidad para remover lo más íntimo de las personas.
Este 16 de noviembre se celebra el Día Internacional del Flamenco. Fecha avalada en el año 2010 por la UNESCO mediante la incorporación de este arte al Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Cada año se suman más provincias de toda España a la celebración de este día mediante la exposición de espectáculos en tablaos flamencos, auditorios, teatros y centros de ocio. Además de considerarse un arte en nuestra cultura, existen numerosos testimonios de personas que aseguran que el flamenco les ha ayudado a recuperar su salud física y mental y lo utilizan como terapia.
El flamenco va más allá de un simple género musical. Este se manifiesta a través de la música como el cúmulo de emociones primarias que salen de lo más profundo del ser. Es la expresión genuina del alma convertida en arte. Ayuda a canalizar la rabia, soltar el estrés, el miedo, la tristeza y conduce al empoderamiento. Gracias a este descubrimiento, son muchas las escuelas que han incorporado una nueva tendencia de coaching personal y flamenco. Se trata de una terapia genuina que fusiona las técnicas propias del coaching con los movimientos de la danza flamenca.
Lo que se pretende con esta terapia es que la gente saque esa parte flamenca que hay en cada uno: fuerza, delicadeza, sensualidad, elegancia, destreza… Movimientos muy asertivos que sacan al exterior nuestra personalidad. En este caso, no es relevante la perfección en la técnica, la cuestión es poner en circulación lo más profundo de cada uno y abrir nuevas vías creativas hasta conseguir la liberación.
Esta técnica es válida para cualquier persona. No tiene edad, ni género, ni siquiera requiere de conocimientos previos en flamenco. Todo el mundo tiene emociones y algo que expresar, solo se necesita iniciativa para ponerlo en práctica y ganas de sacar hacia afuera todas esas represalias internas a punto de explotar.