Conocerse a sí mismo es la premisa en la búsqueda de la vida plena. Es la clave para tener conciencia sobre la racionalidad, la adaptación, la independencia y las relaciones genuinas y sanas con los otros seres.
Y esta práctica ha quedado en el olvido, en estos tiempos de globalización, sociedades efímeras y utopías frustradas. Se requiere, desde luego, de mucho control emocional para poder ir al vertiginoso e impredecible ritmo de la humanidad, por eso, técnicas como el mindfulness se han popularizado entre las personas de la vida moderna.
La era del mindfulness
Se puede definir al mindfulness como la focalización de la atención en el »presente real y único del individuo», es una táctica para conciliar la atención verdadera, enfocándose de lleno en el “aquí y ahora”. Lo más importante, es que pone en práctica la aceptación, es decir, admitir con compromiso su realidad instantánea, sin cambiar ni reprochar nada.
Se trabaja para conquistar un estado de plena conciencia, en la que importa el ruido interior, y se renuncia al ruido y a la distracción exterior.
Aunque poco se sepa, la verdad es que estrategias como el mindfulness no son tan recientes. Su origen podría remontarse a las técnicas budistas de hace ya 2500 años, donde se daba prioridad a la espiritualidad y al acto general de meditar, que es común y regular en sus monjes. Sin embargo, los nuevos expertos occidentales como Jon Kabat-Zinn, han evolucionado la forma, para llevarlo a una conversación intrínseca con el tiempo y el espacio.
Las ventajas
Las investigaciones científicas han comprobado que agregar momentos de mindfulness en las rutinas cotidianas, genera beneficios para la salud física y mental, tanto para niños, como adultos jóvenes y adultos mayores.
Se incluye en entrenamientos de autocontrol en los niños, en el desarrollo de la resiliencia generalizada, y como recursos en personas enfermas para afrontar cuidados paliativos. También se asocia a los niveles objetivos de salud, principalmente, en la gestión del estrés, ansiedad, concentración, habilidades cognitivas y motrices. Ayuda a hacerle frente a pensamientos invasivos y a las temidas primeras etapas de duelo.
En la práctica, lo que experimentan los sujetos con este estado mental, es un vínculo muy estrecho con su ser, logra conectar el organismo, pensamiento y emoción. Por razones como éstas, son una práctica indispensable para la gestión asertiva de inteligencia emocional.
Contar con esta habilidad, permite conocer las capacidades del “Yo” y también sus limitaciones. Por ende, ayudará a regular las conductas, la toma de decisiones, la resolución efectiva de problemas, y la relación con pensamientos.
Funcionamiento y práctica
A continuación, algunos pasos y consideraciones para efectuarlo:
- Tiempo. Es importante practicarlo todos los días, y hacerlo de manera progresiva, jamás invasiva. Lo ideal es llegar a la rutina de 30 minutos diarios. Si no hay resultados al principio, no se debe desesperar, tener calma y madurez es la clave de esta etapa.
- Momento y lugar. Se debe buscar el instante exacto durante el día, donde haya poca carga de rutina cotidiana. Se recomienda después de la siesta del almuerzo, al despertar o antes de dormir. También es necesario un espacio que resulte acogedor, reconfortante y que se proyecte, lo más cercano posible, al apacible ambiente del hogar, o durante el descanso en unas vacaciones.
- Ropa y postura cómoda. Hay que estar relajado para empezar. Se requiere de unas zapatillas sencillas y de aprender a dejar relajadas las partes del cuerpo.
- Respiración. Con el control de la correcta respiración, es posible tenerlo todo, el aire debe entrar por las fosas nasales directo a los pulmones. Enfocarse en ese ritual, donde el aire nutre de oxígeno a todo el organismo, hasta liberarse de nuevo por la nariz. Ese baile mágico se llevará todo lo malo y negativo consigo.
- Se trata de dejar que aparezcan espontáneamente (jamás forzados) los pensamientos y emociones que surjan, ya sean negativos o positivos. No hay que juzgarlos, sólo percibirlos y responder con calma ante ellos. Asimilarlos de manera impersonal y asertiva.
No es fácil llegar al estado máximo de relajación, pero con disciplina y certeza se logrará en un corto período de tiempo. Es bueno buscar asesores que ayuden a la conquista, creer en el mindfulness es creer en amar, crecer, evolucionar, vivir. Si la humanidad pensara hoy, definitivamente, mañana viviría mejor.